El independentismo pone fecha a Sánchez para que permita el referéndum catalán
El pacto entre ERC y la CUP incluye que la mesa de negociación con el Gobierno tendrá un límite temporal para conseguir su único fin: la "autodeterminación y la amnistía".
El pacto rubricado entre y la CUP ha puesto fecha de caducidad a la mesa de diálogo con el Gobierno. Los independentistas han acordado que se mantendrán los puentes tendidos con Sánchez pero solo con un objetivo, conseguir la "autodeterminación" y la "amnistía" en el plazo de dos años, el mismo tiempo que queda de legislatura.De esta manera, ERC ha conseguido convencer al ala más radical del independentismo para seguir con la estrategia marcada por Junqueras para lograr un pacto con Sánchez, conscientes de la debilidad de un Gobierno al que no le salen los números en el Congreso, y que tiene que buscar alianzas para poder sacar adelante sus propuestas.
Por ello, la CUP ha anunciado que, "desde la crítica y el escepticismo", se compromete "a dar un cierto margen de tiempo a la Mesa de Negociación y no basará su apoyo u oposición al Govern en función de su existencia", recoge el documento, aunque ha resaltado que "mantendrán en una posición de oposición al PSOE y al Gobierno central".ERC apuesta por ese diálogo y la resolución política en ese espacio, pero se compromete a "no dilatar la mesa innecesariamente y propone que sus trabajos se sometan a una rendición de cuentas que permita su evaluación y desarrollo"; una rendición que consideran que tiene que tener una parte pública y otra más discreta, que y debe realizarse en los espacios que quieren componer para desplegar la estrategia independentista. Además de la evaluación continuada de la mesa, el preacuerdo contempla que durante la primera mitad de 2023 la mesa valorará su trabajos en caso de que sigan vigente, analizará si ha dado sus frutos y decidirá "cuáles son los pasos siguientes a seguir, incluida la eventual finalización de esta negociación". Por ello, la CUP ya ha avisado de que tarde o temprano volverán a plantear la celebración de un referéndum, ya que no confían en que la Mesa de los frutos que esperan. Tal y como ha señalado su portavoz Mireia Vehí en TVE:"En algún momento se va a votar. ¿Vamos a tener que hacer un referéndum de forma desobediente? Claro que sí, porque al otro lado no hay nadie".