España repite "farolillo rojo" en vacunación como en contagios y muertes
El Gobierno vuelve a fracasar en el plan más importante y coloca a España en el furgón de cola de los grandes países europeos para lograr la inmunidad de sus poblaciones.
Toda Europa vacuna a ritmo de tortuga, pero en España tortuga es todavía más lenta, por mucho que el Gobierno de Sánchez pretenda enmarañar los calendarios, las existencias, las remesas inminentes y diluir su demora en un contexto general europeo que, con los datos oficiales en la mano, simplemente es incierto.
El ritmo de vacunación en los principales países de Europa y del entorno más cercano a España es significativamente superior, aunque es cierto que muy retrasado también con respecto a las tres naciones que inmunizan a mayor velocidad a sus ciudadanos: Israel, Estados Unidos y Reino Unido, especialmente.
La manera de medir la campaña de vacunación, que para el caso de España fue anunciada por en diciembre como la más perfilada junto "a Alemania", es fijar la fecha en la que se alcanzará la llamada "inmunidad de rebaño", que se logra al tener vacunada a al menos el 70% de la población total de un país.
España no lo logrará, con los problemas actuales, hasta cerca de dos años, en concreto dentro de 611 días, algo mejor que los 649 con que arrancó el lunes. Francia lo logrará en 466; Portugal en 495; Italia en 500 y Alemania en 466.
Toda Europa va retrasada con la inmunización, pero España mucho más que Francia, Portugal, Italia o Alemania
Es decir, España va entre un 20% y un 30% por detrás de naciones de su tamaño o entorno, pese a que teóricamente el cupo de vacunas negociado por Bruselas para todos los socios de la Unión debería redundar en que todos ellos fueran equiparables. Algo que no es así, y que desde este jueves intentará remediar el Consejo de Europa con una reunión de dos días decisiva para que los 27 socios se enmienden la plana.
Algo urgente tras detectarse un "zulo" en Italia, con 29 millones de unidades de AstraZeneca, que viene a dar pábulo a la extendida idea de que la Unión se ha dejado "robar" la merienda por distintos laboratorios que, pese a los contratos firmados, ha priorizado el suministro a otros países.
El retraso de España
Los datos son recabados y difundidos en tiempo real por el proyecto Time to herd, impulsado entre otros por la Universidad de Oxford y son aceptados unánimemente en todo el mundo como los más fiables. Suyas son las estadísticas de mortalidad y contagios que se han impuesto como referencia básica en las instituciones y medios de comunicación, por ejemplo.
Y gracias a ella se logró afinar en el impacto real de la pandemia en cada país, al imponer un recuento que tuviera en cuenta la población de las distintas naciones, única manera de establecer una realidad proporcional: con ese criterio, el más fiable, España aparece entre los cinco países del mundo con más fallecidos e infectados, multiplicando por hasta cuatro el "cupo" que, con arreglo a su demografía, le correspondería.
¿Y las vacunas?
A día de hoy, y pendiente de la decisión final sobre si AstraZeneca se administrará a mayor de 65 años, en España solo hay inmunizados 2.2 millones de personas por completo, con las dos dosis preceptivas en todas las marcas a excepción de en Johnson (una monodosis pendiente de implantación).
Además, hay otro 4.2 millones de ciudadanos que han recibido la primera dosis y están a la espera de la segunda, sin que esté del todo claro cuándo les llegará teniendo en cuenta que las existencias oficiales del Ministerio de Sanidad son, en este momento, de 1.9 millones de dosis.
Con ese tétrico panorama, Sanidad se aferra a unas previsiones que, en el pasado reciente, siempre han quedado enterradas por las evidencias. Carolina Darias asegura ahora que, durante el mes de abril, llegarán a España más de seis millones de vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca y que la cifra puede subir si se pone en marcha la de Johnson.
Frente a esa quimera, la realidad es la que es a día de hoy: es más probable que este miércoles se aumenten las restricciones ya previstas para la Semana Santa que se alcance el verano con el 70% de la población inmunizada. Aunque el Gobierno de Sánchez repite ese compromiso, cada día más improbable.