Caras de funeral en Cs: no hay "efecto Bal" y ya se ven fuera de la Asamblea
Tanto GAD3 como Metroscopia han pronosticado esta semana que la formación naranja perderá sus 26 escaños, incapaz de superar su Tourmalet del 5% de voto. Arrimadas intenta mantener el ánimo.
La estrategia de Edmundo Bal de no renunciar a su escaño en el Congreso hasta saber si tendrá uno en la Asamblea de Madrid es el mejor resumen del ambiente agónico que se respira en Ciudadanos.
Los de Inés Arrimadas confiaban en que el paso atrás de Ignacio Aguado en favor del portavoz del partido en la Cámara Baja les diera el impulso suficiente para subir su particular Tourmalet, ese 5% del voto sin el cual se quedarían fuera de la Asamblea madrileña: pasando de 26 escaños a cero.
Sin embargo, tres semanas después el efecto Bal continúa en un quiero y no puedo. En una estimación que ha hecho Metroscopia con los datos del CIS el panorama es dantesco para el hasta hace semanas socio de gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
La estimación de Metroscopia partiendo de los datos del CIS.
Según sus cálculos, Cs se sitúa en un 2,8% de porcentaje de voto, y ha llegado a estar en un 2,2% en semanas anteriores. No solo Metroscopia pinta bastos para Cs. También el presidente de GAD3, Narciso Michavila, se ha mostrado convencido esta semana de que Ciudadanos está sentenciado en estas elecciones.
Da igual que haya mucha o poca participación, según Michavila: el partido naranja pasará a ser extraparlamentario en Madrid, como lo es en Galicia y el País Vasco. Y en Murcia, donde empezó el aleteo de la mariposa, Arrimadas acaba de perder el control del grupo parlamentario.
Díaz Ayuso está resultando un imán demasiado poderoso para los votantes de Cs. Prácticamente todo lo mucho que crece la candidata del PP es a costa de exprimir a la formación naranja, que en un intento por seguir a flote se ha dejado de indefiniciones y ha anunciado que su intención es pactar con Díaz Ayuso.
Arrimadas intenta mantener el ánimo de los suyos, pero no es fácil
Arrimadas está intentando mantener la moral de la tropa alta, implicándose ella misma hasta el tuétano en la campaña e implicando también a la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Cuentan que está más tranquila y centrada que cuando se precipitó todo a raíz de la fallida moción de censura en Murcia y hasta pensó en dimitir.
Sin embargo, cunde el desánimo en las filas de Cs por un batacazo que cada vez ven más cerca y que tendrá nuevas consecuencias para el partido, de momento incalculables. Parece, eso sí, descartada la posibilidad de adelantos electorales en Andalucía y Castilla y León, eso trasladan desde ambos gobiernos de coalición a ESdiario. Pero convertirse en extraparlamentario en Madrid después de haber perdido 30 escaños en Cataluña en febrero es caer en un pozo demasiado hondo.