Moncloa pide calma a Illa en la batalla contra los independentistas
El exministro de Sanidad apuesta por presentar su candidatura a presidir la Generalitat de Cataluña y solicitar para ello el amparo del Tribunal Constitucional, si Borràs no lo permite.
El ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, tiene un problema: su supervivencia y la del PSC como primera opción política recién elegida en las urnas pasa por hacerse notar en tanto que oposición firme frente al independentismo catalán, pero las hipotecas contraídas por Pedro Sánchez , para poder sobrevivir en el Parlamento Español y, por ende en el Gobierno, condicionan todas sus estrategias.
Desde el entorno de Sánchez el mensaje es claro: "carta blanca para atacar a Carles Puigdemont y a JuntsxCat – advierte uno de los más cercanos al presidente del gobierno†pero cuidado con pisar callos en ERC( socia parlamentaria habitual en el Congreso de los Diputados)". Con esa ecuación tiene que manejarse el exministro de Sanidad, que apuesta por presentar su candidatura a presidir la Generalitat de Cataluña y solicitar para ello el amparo del Tribunal Constitucional, si la presidenta del Parlament, Laura Borràs, sigue empecinada en su cacicada de prohibir la tramitación de ese debate de investidura, o esperar a que JuntsxCat y ERC, condenados a entenderse, acaben firmando un mal pacto a regañadientes.Los servicios jurídicos del PSC tienen ya escrito el texto del recurso que deberían presentar al TC para ejercer sus derechos parlamentarios, pero desde la corte monclovita de Sánchez piden calma y le recuerdan al secretario de organización del PSC 4 factores que contraindican un ataque frontal contra los independentistas: 1. que cualquier acción que vaya en contra de los intereses del Procés acaba siendo un motivo de unidad de los independentistas, 2. El victimismo al que se acogerán tanto JuntsxCat como ERC si un Tribunal impone una actuación al Parlament.
Las miras del PSC van por otro lado y tratarán, más bien, de vincular este órgano que preside Puigdemont con una financiación fraudulenta o irregular
3. La necesidad de evitar conflictos con ERC, socio necesario en el Parlamento que con sus 13 diputados apoya numerosas iniciativas legislativas del gobierno de Sánchez.Y 4. La convicción del entorno del presidente de que antes del 26 de mayo habrá investidura de Pere Aragonés, con mayor o menor entusiasmo y apego de los contrayentes del acuerdo. Por todo ello, Illa y el PSC han empezado a poner en circulación otra vía de oposición, que se basa en la constitución de un equipo, al que llamarán "gobierno en la sombra", con el fin de efectuar una "oposición selectiva" al Gobierno que surja.
Las dos almas
Los socialistas catalanes buscarán todos los flancos de ataque que pongan bajo la lupa los errores, excesos y posibles ilegalidades cometidas por ese gobierno, pero que afecten especialmente a Puigdemont o a Borràs y a JuntsxCat en general y seleccionarán iniciativas legislativas "de izquierdas" que pongan en conflicto las dos almas del independentismo catalán (la izquierda, de ERC, frente a los conservadores de JxCAt), buscando generar debates en la sociedad catalana que acaben en iniciativas parlamentarias que puedan romper la unidad de acción del independentismo. En el punto de mira del PSC y extramuros del Parlament está el Consell per la República, ese órgano que JuntsxCat defiende a capa y espada y que intentará que perviva como un gobierno en paralelo al de Pere Aragonés. Con todo, la última acción del Consell per la República, la expedición del carnet de la República, por el que cobran 12 euros por barba, tiene más enjundia en tanto que fuente de inspiración para memes y choteos que a la hora de buscar tres pies al gato a Puigdemont, aunque la venta del carnet de marras a 90.000 almas le suponga al fugado Puigdemont un beneficio de alrededor de 1.100.000 euros y a las almas cándidas compradoras no les sirva ni para darse de alta en el videoclub de la esquina.
Las miras del PSC, en este sentido, van por otro lado y tratarán, más bien, de vincular este órgano que preside Puigdemont con una financiación fraudulenta o irregular a través de subvenciones públicas a plataformas y organizaciones que concedió el gobierno catalán durante las presidencias de JxCat. Y todo ello, respetando la premisa inicial de no molestar demasiado a ERC, mientras sus votos sean necesarios para Sánchez.