Varios hosteleros desesperados increpan a Revilla y él responde atacándoles
El presidente de Cantabria acudía tranquilamente a vacunarse cuando se topó con un escrache de un sector muy castigado y harto de cierres en la región. Así les respondió él.
Revilla hablando con uno de los hosteleros.
Tendrá una audiencia millonaria cada vez que va al Hormiguero de su amigo Pablo Motos, pero Miguel Ángel Revilla ha perdido el favor de los hosteleros de Cantabria, hartos de cierres y otras restricciones que no han servido para frenar la curva.
En torno a una veintena de ellos recibió este martes al presidente cántabro cuando se iba a vacunar al grito de "caradura", "sinvergüenza" y "fuera, fuera". .
El que se erigió en portavoz de ellos tuvo un intercambio de palabras con Revilla, preguntándole si acaso no son más peligrosas las fiestas en casas que la hostelería. El presidente cántabro, visiblemente incómodo, se encogió de hombros y se lavó las manos: "Es Sanidad", responsabilizando a este departamento.
Revilla tenía previsto hablar allí mismo ante la prensa y no pudo, pese a que pidió a los concentrados su indulgencia. "Os pido 10 minutos y luego estoy con vosotros y me decís lo que os dé la gana".
Pero no hubo manera, aunque el presidente de Cantabria no se quedó sin hablar. Se marchó a la sede de la Presidencia y desde allí dio su particular versión de lo ocurrido: eran, según él, unos pocos hosteleros al margen de la Asociación de Hostelería de Cantabria cuyo fin era "hacerse notar".