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El día después: Quo Vadis y con quién

El PP ya tiene claro sus nombres para gobernar, aunque el paisaje se ha movido ligeramente por la polémica entre Podemos y VOX. Difícilmente cambiarán las tornas, en todo caso.

Isabel Díaz Ayuso, este fin de semana

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A poco más de una semana de las elecciones en la Comunidad de Madrid, los candidatos tienen preparados ya equipos de gobierno, estrategias, maletas y hasta billetes de vuelta, por no pasar más del tiempo preciso en la Asamblea de Madrid.

Desde el entorno de la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, no contemplan otra opción que no sea la de seguir gobernando en la Comunidad de Madrid, aunque lo de gobernar en solitario….no parece que vaya a ser fácil y que el precio a pagar será tener que gobernar con Vox y con Rocío Monasterio, con la que la presidenta ya había ido allanando el camino antes de disolver el Parlamento.

Con o sin Vox, los más cercanos a Ayuso aseguran que en el gobierno que tiene ella en mente, su hombre fuerte, más allá de su todopoderoso jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, será el consejero de Justicia, Enrique López, para quien reserva una vicepresidencia en el Ejecutivo madrileño.

Asimismo, la otra “pata” en la que Ayuso quiere apoyarse es el actual consejero de Educación y Cultura, Enrique Osorio. Serán los dos hombres fuertes de su gobierno, en el que permanecerán en sus puestos sus consejeros del PP e incluso de C´s.

Es el caso de la que fuera Consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, que se convirtió en amiga personal de Ayuso y que, más allá de asistir a un acto acompañando a Ayuso en su calidad de exconsejera, no ha abjurado oficialmente de la formación naranja. A pesar de todo, Ayuso le reserva el puesto que antes ocupó.

Y es que Rivera de la Cruz “sirve para un roto y para un descosido”, en palabras de un diputado “ayusista”, quien añade que “si Ciudadanos entra, la ex consejera puede contar incluso como cuota de ellos, pero si no entra, será una independiente muy comprometida con la presidenta”.

Dicen los suyos que lo de la retirada de Pablo Iglesias va en serio y que ya ha empezado. Lo veremos todo el día después.

No quieren hablar en el PP de reserva de puestos en el gobierno para VOX. Es tema tabú que evitan abordar, aunque, si como parece que indican las encuestas, sus votos son necesarios y los ponen a precio de Consejerías en el Gobierno de Ayuso, las ocuparán. Lo admiten los correligionarios de Ayuso, tras un forcejeo dialéctico, mientras se encogen de hombros con aires de resignación en el rostro.

El "casting" del PSOE

En el caso del PSOE ocurre lo contrario: Ángel Gabilondo estaba de salida, presto a ocupar (cuando llegase el deshielo de la relación Gobierno-PSOE y se aprobasen en cadena los acuerdos y “canjes de cromos” en los que precisan renovación en las instituciones del Estado) el puesto de Defensor del Pueblo.

Pero la disolución de la Asamblea le pilló con el pie cambiado tanto a él como a su partido, que le pidió “un último servicio a la causa”. En eso estaba, mientras Pedro Sánchez inició el casting para la elección del sustituto: Hana Jalloul (actual número 2 en la lista socialista a la Asamblea) o Irene Lozano, que dejó el Consejo Superior de Deportes para unirse a la misma candidatura, son mujeres de la confianza de Sánchez y aspirantes a cubrir el hueco de Gabilondo, la una, y la portavocía parlamentaria, la otra, sin olvidar a la presidenta del Senado Pilar Llop, que sigue manteniendo su puesto en la quiniela de Sánchez para el futuro relevo.

La cuestión es que, desde Moncloa, han llegado a convencer a los aspirantes de que “hay partido” y que la poco presentable actuación de Rocío Monasterio recientemente ha permitido abrir una esperanza de cambio en la izquierda, que registra una movilización mayor que en las semanas anteriores.

De producirse ese vuelco que aún hoy se aprecia muy complicado, que diera la victoria a la izquierda, Gabilondo tendría que encajar un gobierno tripartito, con Más Madrid y con Unidas Podemos, como socios. Dicen desde el entorno de Gabilondo que “hará los encajes que tenga que hacer”, pero que “hará su gobierno y no el que quiera Ferraz.”

La sorpresa adicional, de producirse la sorpresa principal de la izquierda, la daría, según fuentes de la formación morada, Pablo Iglesias, quien, según estas mismas fuentes, considera que Podemos tendría que estar presente en un hipotético gobierno de la izquierda en Madrid, pero que él no debería estar en ese Gobierno. Dicen los suyos que lo de su retirada va en serio y que ya ha empezado. Lo veremos todo el día después.

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