Tomás Gómez reaparece para fustigar a Sánchez por "estalinista y mediocre"
La primera víctima de las purgas de Sánchez en el PSOE madrileño vuelve al primer plano acusando al presidente de tener "secuestrado" al partido "con un grupo de mediocres".
La interna en el PSOE no cesa y tiene un nuevo protagonista bien célebre. Tomás Gómez fue un día el alcalde más votado de España, en la madrileña localidad de Parla, y aparecía señalado como el "mirlo blanco" del PSOE para vencer al poderoso PP de la Comunidad, algo que no ocurría desde que en 1987 lo hiciera por última vez Joaquín Leguina: en 1991 siguió gobernando por una pirueta de un tránsfuga, pero en esa cita ya perdió contra Alberto Ruiz Gallardón.
Gómez no lo logró nunca, sometido al poderío en las urnas de Esperanza Aguirre, pero tampoco le dejaron intentarlo en 2015, cuando encabezaba al PSOE madrileño y había sido elegido en Primarias candidato de nuevo: Pedro Sánchez decidió destituirlo de todos sus cargos, nombrar una Gestora y poner de aspirante a Ángel Gabilondo, ahora víctima también de la debacle del 4M.
Aquella espina le quedó clavada y ahora, en medio de una tormenta en el PSOE auspiciada por el mismo protagonista, Tomás Gómez quiere sacársela. Y lo ha hecho con un demoledor artículo en La Razón en el que carga, con una dureza inusual, contra Pedro Sánchez e Iván Redondo, a quienes culpa sin ambages de la deriva del PSOE hacia el sectarismo y las purgas, de las que él mismo fue víctima en su momento.
"Pedro Sánchez intenta acabar con la libertad para opinar, criticar o apoyar algo que no sea su propia persona eliminando a los que quieren pensar por sí mismos", comienza Gómez su alegato, inspirado en el expediente anunciado contra Joaquín Leguina y Nicolás Redondo para expulsarles incluso del partido.
"Sería una infamia y un tramo más de esa espiral de corte dictatorial en que se ha instalado Sánchez (...) y a quien se le ocurra contravenir su venerada persona, será cesado, expulsado y, muy probablemente, activará todas sus influencias mediáticas para desacreditarlo públicamente. A continuación será eliminado de la historia del PSOE, desaparecerá hasta de las fotografías oficiales. No es algo genuino, como nada en Sánchez, es una invención de Stalin", prosigue su disertación.
El PSOE ha sido secuestrado por un grupo de mediocres que campan a sus anchas con sus intelectos menudos
Para continuar con una reflexión que incluye a su más estrecho colaborador: "En su despotismo sin ilustrar, ha apartado a hombres y mujeres solventes y con bagaje incorporando en su lugar a mercenarios a sueldo como Iván Redondo que estando a sueldo del PP extremeño persiguió política y personalmente a Fernández Vara o Irene Lozano, que debe una petición de perdón por los insultos a los socialistas cuando era la dama de compañía de Rosa Díez".
"Es necesario defender públicamente a Redondo y Leguina porque, no hacerlo es colaborar con una organización en la que el silencio y la paz interna se consiguen a través de la amenaza y del miedo a la destitución o a la expulsión", avanza el exlíder madrileño, con una opinión que según sus palabras comparten muchos socialistas y tiene una conclusión:
"El PSOE ha sido secuestrado por un grupo de mediocres que campan a sus anchas con sus intelectos menudos y destornilladores en mano para abrir cerraduras y hacer genuflexiones ante el amo", finaliza.
Tormenta interna
Las palabras de Gómez no son un hecho aislado y responden a una tormenta interna en el socialismo madrileño con ecos en otras regiones donde, desde hace tiempo, se acumulan las críticas hacia la gestión cesarista de Sánchez.
"Él llegó apelando a los militantes en las Primarias contra Susana Díaz y, desde que las ganó, ha despreciado a los afiliados como nadie antes. No pintamos nada", explica a ESdiario un socialista histórico.
Fuentes del partido en distintas Comunidades confirman la desazón hacia Ferraz, donde también anidan serias diferencias entre distintas facciones: la de Iván Redondo, que cuenta con el respaldo de Sánchez para dirigir el partido y sus campañas desde Moncloa; y la de Carmen Calvo y Adriana Lastra, convencidas de que han de recuperar las riendas del PSOE y librarse del controvertido "gurú" elevado por el presidente a la categoría de valido del Rey.