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Los expertos se atreven ya a poner fecha al fin de la mascarilla en España

El doctor López Acuña ha analizado la situación epidemiológica en el país y los efectos de la vacunación pronosticando cuando los ciudadanos podrán quitarse el tapabocas.

Daniel López Acuña

Publicado por
Manuel Villa

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No lo ha dicho Fernando Simón, lastrado por una cadena de errores, inexactitudes y falsedades durante 15 meses al frente de la portavocía de la pandemia. Lo anuncian los expertos y es una de las preguntas más recurrentes: ¿Cuándo podremos quitarnos la mascarilla?

Esa es la dua que sigue en el aire y que el epidemiólogo, Daniel López Acuña ha intentado responder. Cuando parece que las restricciones empiezan a caer y la situación mejora, el fin del cubrebocas sería un punto de inflexión.

Sanidad aún no se ha pronunciado al respecto aunque baraja varias fechas para poder hacerlo, después de que el presidente gallego, situase "allá por el mes de julio, agosto", la posibilidad de "poner cara a todas las personas que vemos por la calle".

Esa es precisamente una de las opciones que baraja el Gobierno, que pueda eliminarse su obligatoriedad en espacios abiertos cuando se llegue al 50% de la población vacunada, aunque también tiene soobre la mesa una opción mucho más restrictiva, que es esperar hasta la inmunidad de grupo, es decir, cuando hayan sido inmunizados el 70% de los ciudadanos.

En septiembre

Y en esa tesitura también está Acuña que en una entrevista en Antena 3 ha apuntado que septiembre será el mes en el que se podría prescindir de ya que considera que habría que tener el 70% de la población inmunizada antes de librarse de ella para evitar una nueva ola.

Además, el científico ha pedido prudencia ya que "el fin de estado de alarma no es el fin del coronavirus y todavía está circulando". Por ello, ha pedido a la población tener un comportamiento " civilizado, consciente y no realizar botellones y festejos".

Junto a ello, también se ha mostrado en contra de reabrir el ocio nocturno y pide que se eviten los lugares cerrados y sin ventilación. "La lógica del cierre del ocio nocturno es el problema asociado a espacios cerrados y mal ventilados en los que interactúan muchas personas. Yo creo que no deberíamos tener todavía una liberación de las actividades en espacios cerrados", ha zanjado.