Marruecos provoca una avalancha de inmigrantes con el Gobierno fuera de juego
La respuesta a los desplantes de Moncloa -el último la acogida en hospital de La Rioja al jefe del Polisario- no se ha hecho esperar. Y ha pillado a Laya y Marlaska en renuncio.
Era para los que trabajan sobre el terreno la crónica de una avalancha migratoria anunciada. Marruecos llevaba semanas gestando su particular venganza por que la indignación de Mohamed VI con Pedro Sánchez se había disparado desde hace días cuando se filtró -ocultado por el Gobierno español- que el líder del Frente Polisario, el enemigo histórico de Rabat, estaba ingresado en un hospital público de La Rioja.
La respuesta, la habitual en estos casos, una apertura de puertas sin precedentes y con etiqueta de histórica. Por tierra y mar, cerca de 3000 ilegales -familias enteras-han cruzado la frontera con España a través de Ceuta y Melilla. La situación es de tal gravedad que el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha exigido al Gobierno que despliege al Ejército. Una petición a la que se ha sumado el líder de Vox, Santiago Abascal.
Ni el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; ni la de Exteriores, Arancha González Laya, se han enterado de las intenciones de nuestro vecino. Peor aún, a la jefa de la Diplomacia española "no le constaba" a primera hora los movimientos marroquíes. Por el momento, la ofensiva se ha cobrado un muerto.
La llegada masiva a Ceuta tras cruzar sin problemas por los espigones que hacen de frontera en el mar con Marruecos se produce apenas una semana después de que el Gobierno marroquí avisara de que la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Polisario, Brahim Ghali, podría tener "consecuencias".
Por el momento las autoridades marroquíes no han comentado las cifras inéditas de migrantes que han cruzado sin ningún problema hacia la ciudad autónoma, mientras que la ministra de Asuntos Exteriores se limitó a comentar que no le constaba que el Gobiermo marroquí hubiera optado por levantar la mano con los migrantes como medida de presión.
Sin embargo, sus palabras se han producido cuando eran apenas un centenar los llegados mientras que el último balance ofrecido por la Delegación del Gobierno en Ceuta habla ya de más de 2.700 marroquíes que han cruzado de manera irregular, de los que nos 700 dicen ser menores.
El paso se ha producido bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes que, según fuentes policiales, no están haciendo "nada" para contener la salida de compatriotas hacia Ceuta.
Marruecos avisó a España de que extraería "consecuencias" de la acogida de Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logrono desde el pasado 20 de abril para recibir tratamiento contra la Covid.
En un duro comunicado publicado el pasado 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores afeó particularmente la decisión del Gobierno de no informar de antemano a Rabat, lo cual "no es una simple omisión", sino "un acto premeditado, una elección voluntaria y una decisión soberana de España, de la que Marruecos toma nota" y de la que "extraerá todas sus consecuencias".
Igualmente, puso en tela de juicio los motivos humanitarios que sustentarían la presencia de Ghali en suelo español, subrayando en particular que el también presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) tiene causas pendientes con la justicia española y no ha sido detenido por ahora y que su ingreso se hiciera presuntamente con identidad falsa.
Entretanto, desde el departamento que dirige González Laya se ha intentado desde el principio evitar una escalada verbal ya después de que el Ministerio de Exteriores marroquí convocara al embajador español en Rabat, Ricardo Díez-Horchleitner, el pasado 22 de abril para pedir explicaciones.
El nuevo pulso diplomático entre los dos países se produce cuando aún está pendiente cerrar con Marruecos la fecha para la Reunión de Alto Nivel. La cita estaba prevista para el pasado diciembre pero fue aplazada por la pandemia. Inicialmente se apuntó a su posible celebración en febrero o marzo, pero a día de hoy sigue sin haber fecha prevista.
Interior, desbordado, refuerza su dispositivo
El Ministerio del Interior ha reforzado la presencia policial en la frontera de Ceuta y ha contactado con las autoridades de Marruecos para "agilizar los trámites de devolución" de estas personas que accedieron de forma irregular a la ciudad española.
Marlaska ha celebrado este mismo lunes una reunión ante los últimos acontecimientos para acordar el "refuerzo inmediato" de los efectivos de Guardia Civil y de Policía Nacional en la zona, según ha informado este departamento ministerial.
En concreto, se van a reforzar con cerca de 50 efectivos de la Guardia Civil los lugares más susceptibles de paso en Ceuta. La Policía Nacional, por su parte, va a incrementar en más de 150 agentes sus efectivos en Ceuta, entre miembros de las Unidades de Intervención Policial y personal específico de Científica y de Extranjería y Fronteras.