El Rey envía una advertencia a Mohamed en su primer acto público tras la crisis
Desactivado por el Gobierno el Rey Juan Carlos I, el más privilegiado interlocutor con el Monarca alahuita, Felipe VI ha intervenido en público con un aviso: "España es Europa".
No son pocos los diplomáticos, sobre todo los más veteranos, los que echan de menos en estos convulsos días al "mejor embajador de España". Más aún por que pocos interlocutores con Marruecos hay más privilegiados que el Rey Juan Carlos I, forzosamente desactivado por el Gobierno -gracias a las presiones de Podemos- testigo impotente en su retiro de Abu Dabi.
No han sido pocas las ocasiones en una llamada telefónica del Emérito a Rabat ha servido para desbloquear conflictos o calmar las aguas cuando el país vecino ha exteriorizado sus recurrentes enfados con España.
En la crisis migratoria sin precedentes que se vive esta semana, su sucesor al frente de la Corona ha mantenido un discreto segundo plano. En permanente contacto con Moncloa y con Ceuta -fue uno de los primeros en conversar con el presidente Juan Jesús Vivas-, Felipe VI trasladó a Pedro Sánchez desde el primer minuto su disposición a utilizar sus buenas relaciones con la Casa Real marroquí para tratar de detener la avalancha.
Pero ha sido este jueves, ya con la crisis reconducida gracias al cambio de actitud de las fuerzas policiales marroquíes, cuando el Jefe del Estado se ha referido en público a la situación. Eso sí, al más puro estilo diplomático, entre líneas. No en vano, sus palabras las ha pronunciado el Monarca ante los nuevos funcionarios del Servicio Diplomático.
En presencia de la cuestionada ministra de Exteriores, Arancha González Laya, el Rey ha enviado un mensaje claro a Marruecos. Ante este último desafío, España no está sola. "España es Europa", ha enfatizado.
"Cuando actuéis en ámbitos fuera del Servicio Exterior, siempre os encontraréis ante una misma responsabilidad: la de impulsar y defender los intereses permanentes de España, que es tanto como decir los valores propios de nuestra Constitución, los mismos que inspiran nuestra política exterior: la defensa de la democracia, el respeto por los derechos humanos, la legalidad internacional...", ha subrayado Felipe VI ante los nuevos diplomáticos.
Felipe VI, junto al Rey de Marruecos, en una visita a Rabat a 2014.
"Vais a defender e impulsar -ha añadido- los intereses de España, con plena consciencia de que están vinculados a los de la Europa a la que pertenecemos y a nuestro compromiso con el bienestar y el progreso de toda la Comunidad Internacional".
"España es Europa, y Europa es parte indisociable de nuestra identidad. Esta relación intrínseca es la que hace que la política europea respecto de nuestro país no se conciba como una política exterior en el sentido tradicional. Somos miembros de una misma realidad histórica, cultural y geográfica, y socios de un mismo proyecto de integración. Esta perspectiva os debe acompañar a lo largo de vuestra trayectoria", ha apostillado el Jefe del Estado.
Todo en una ceremonia en la que, más que cualquier otra cosa, ha estado presente la crisis en la frontera ceutí. Una crisis que no son pocos en el Ministerio de Exteriores los que la atribuyen a la torpeza de su jefa política, Arancha González Laya.