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Calvo se desespera y carga sin piedad contra el Supremo, Guerra y González

La vicepresidenta del Gobierno ha sido dura con el informe demoledor del Tribunal Supremo que se opone de forma drástica a la concesión de la medida de gracia para los independentistas.

Carmen Calvo

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A. J.

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Se acabaron las medias tintas. El Gobierno ya no apela a la concordia, ni al entendimiento para defender los indultos a los presos secesionistas, sino que simplente lo hará porque la medida de gracia es una competencia del Ejecutivo que puede hacer cuando considere y le plazca, sin tener en cuenta ningún componente jurídico, ni la opinión de los propios militantes del partido."Es una cuestión política", ha zanjado Carmen Calvo, que ha intentado acallar la rebelión socialista avisando de que la única postura del partido es la que decide "la ejecutiva presidida por el secretario general", despreciendo sin pudor a históricos socialistas como Alfonso Guerra y Felipe González.

Y es que, la vicepresidenta del Gobierno no ha podido ser más clara. Al Ejecutivo le importa poco o nada lo que el haya podido decir al respecto de los indultos, igual que lo que puedan argumentar los sectores críticos del socialismo.Según ha explicado en una entrevista en Canal Sur, la concesión de indultos "no ponen en solfa una sentencia" y ha respondido al TS que la decisión sobre la medida de gracia "no es un debate jurídico", sino una cuestión política "que decide" el Ejecutivo.

Apela a la separación de poderes

De hecho, en este punto, ha reivindicado una separación de poderes que el propio Ejecutivo ha intentado dinamitar con la nueva regulación del CGPJ, que ha indignado a los propios jueces, pero que en este asunto le interesa ensalzar."Son un instrumento que nada tiene que ver con el hacer del Poder Judicial, no pone en solfa una sentencia, no critica, no entra en ese terreno", ha asegurado la vicepresidenta, a pesar de que concederlos, supondía una enmienda a la totalidad de la sentencia rubricada por los magistrados del Supremo.Así, ha reconocido que el hecho de que el Ejecutivo los conceda, no es más que una decisión política y "si alguien no entiende que el Gobierno tiene que intentar por todos los medios tomar decisiones que ayuden" a que Cataluña salga del "bucle melancólico y frustrante" que supone "romper el orden constitucional sin que lo puedan conseguir, es que no tiene memoria".Además, en esta defensa a ultranza de los indultos que ya casi nadie duda que se vayan a conceder, la vicepresidenta ha dado un golpe en la mesa para intentar acallar unas voces críticas que siguen creciendo en el seno del PSOE.

La opinión del partido la marca Sánchez

Diputados, presidentes autonómicos y dirigentes históricos han pedido a Sánchez que lo reconsidere ya que, ni se dan las condiciones, ya que los independentistas no se han arrepentido y amenazan con reincidir, ni la decisión beneficiaría desde el punto de vista político al partido, sino todo lo contrario, sería su condena. Pero Calvo, ha sido clara: "La opinión del partido es la que marca la ejecutiva presidida por el secretario general. Lo demás son opiniones, respetables, pero particulares", ha zanjado, para advertir que "yo los debates los tengo en los órganos de mi partido con quienes han sido elegidos por las bases".Junto a ello, también ha defendido la existencia de esta medida de gracia: "Se indulta a personas que han robado, que han cometido delitos contra la salud pública y otros delitos importantes", por lo que en definitiva, "es un instrumento democrático, constitucional y reglado" que el Gobierno utilizará porque "tiene la obligación de buscar soluciones".