Sánchez lucha por recuperar las riendas de la legislatura pero casi nada le sale
Desde el Big Bang político del 4-M, el presidente tratar de recobrar a toda costa la iniciativa política y el control de los tiempos para acallar las trompetas del Apocalipsis sanchista.
"El tiempo es veloz y el que controla sus propios tiempos tiene una gran ventaja (...). La política en la que nos encontramos es como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Prudencia. Primero medir, luego analizar y después actuar".
Lo dejó escrito Iván Redondo en el diario Expansión hace más de tres años, pero esa reflexión suya sirve bien para entender, hoy y ahora, los movimientos que ha hecho Pedro Sánchez desde que hace un mes la legislatura viviera una especie de Big Bang político con la victoria por aplastamiento de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.
Desde entonces, y tras unos días de aturdimiento y miedo escénico, el presidente del Gobierno no ha hecho otra cosa que intentar recuperar la iniciativa política y el control de los tiempos. Porque saben tanto él como su jefe de Gabinete que ello es vital para acallar las trompetas del Apocalipsis sanchista.
En ese guión se encuadra la crisis de gobierno que llevaba semanas sobrevolando los mentideros políticos -ESdiario publicó el 19 de mayo las papeletas de Arancha González Laya para ser relevada- y que este jueves pasó de rumor a noticia, o a antesala de noticia, con la nota enviada por la Secretaría de Estado de Comunicación a la prensa pasadas las once de la noche.
Una en la que Moncloa recordaba a los periodistas que, "de acuerdo a la legalidad española, el jefe del Ejecutivo tiene en exclusiva la prerrogativa y la iniciativa para formar o modificar su gabinete, sin que un extremo así pueda ser comunicado por otra vía que no sea el propio presidente en el tiempo y forma que determine". Sin llegar a negar la remodelación.
Sánchez ha adelantado sus planes para renovar el Gobierno, señal de que lo demás no ha funciona
Inicialmente los planes de Sánchez eran acometer los cambios y dar más carga de profundidad política -de izquierdas- a su Consejo de Ministros a la vuelta del verano. En el arranque de un curso marcado también por el Congreso Federal del PSOE de los días 16 y 17 de octubre en Valencia, en el que el presidente planea hacer un partido más vertical (aún).
Sin embargo, el hecho de que esté pensando en acelerar la crisis de gobierno es la señal inequívoca de que todo lo demás desde el 4-M no le ha funcionado para recuperar las riendas de la legislatura, desbocada y con el centro derecha al galope. Toda vez que en la carrera ya no participa Cs.
El primer movimiento, interno
El primer movimiento de Sánchez inmediatamente después del tsunami electoral madrileño fue, curiosamente, en clave interna. Al día siguiente se filtró la intención de Ferraz de adelantar las primarias del PSOE de Andalucía y Susana Díaz las convocó antes de que se las convocaran. Más le vale a Sánchez que gane su candidato, Juan Espadas.
En esos días de zozobra inicial quiso también el socialista volcarse en el calendario de vacunación y adueñarse de sus éxitos. Pero dado que las vacunas las suministra la UE y las administran las comunidades autónomas, no coló.
Después se sacó de la chistera el informe España 2050: Fundamentos y propuestas para una estrategia nacional de largo plazo, y su resultado no pudo ser más desastroso. No tanto por los castillos en el aire que en él dibujan los expertos, sino por el momento elegido y la intencionalidad.
La presentación del informe España 2050.
En mayo también presentó las iniciativas Pueblos con futuro: un plan para la cohesión y transformación del país; Haciendo de España un polo industrial del hidrógeno verde en Europa; y el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22. Las tres pasaron sin pena ni gloria.
Marruecos supo leer el momento
Para colmo de sus males, Mohamed VI le tenía preparada una crisis migratoria, diplomática y política que ha sacado a flote la descoordinación y debilidades de este Ejecutivo y que aún humea. Solo la rápida intervención de la UE salvó a Sánchez de un desaguisado mayor.
La UE y el diálogo social, que fructificó en un nuevo acuerdo para la extensión de los ERTE hasta el 30 de septiembre, han sido los únicos balones de oxígeno para el presidente en estas semanas.
Los indultos sin la gran apuesta de Sánchez, una de altísimo riesgo
Más allá de puesta en escena sanchista, su gran movimiento táctico ha sido colocar en la agenda política los indultos a los presos del procés. Una apuesta de altísimo riesgo con la que quiere compararse a la negociación emprendida por José Luis Rodríguez Zapatero con ETA. De momento este viernes mantuvo una primera conversación telefónica con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y quedaron en verse en junio.
Entre medias ha engalanando su agenda exterior con un viaje a Oporto, otro a Atenas, un Consejo Europeo extraordinario, la Cumbre Hispano-Polaca en Alcalá de Henares, el anuncio de una visita en junio a Argentina y Costa Rica y el viaje, este jueves, a Libia. En compañía, precisamente, de la ministra González Laya.
Aquel artículo de Redondo referido al principio concluía: "'Mueve porque te toca'. ¿Pero quién demonios dijo eso? Congelen la partida y dirijan a todos los actores hacia el único terreno en el que sólo ustedes pueden ganar. Eso es tener Estrategia". En ésas sigue Pedro Sánchez.