Sánchez veta a Junqueras y maquilla su cambio de opinión sobre el indulto
El presidente del Gobierno ha tenido que hacer un ejercicio de equilibrismo para intentar justificar su cambio de opinión respecto a los indultos.
Sánchez sigue sin concretar cuál es su plan para Cataluña, pero ha dejado claro que las ideas de los secesionistas tienen un encaje legal que está dispuesto a explorar. La posibilidad de un referéndum ya está encima de la mesa, y solo queda ver el camino que tomará el Gobierno."En la ley cabría un acuerdo. ¿Por qué vamos a situarles el problema? Eso demostraría la incapacidad de la política. Si vivimos juntos, tenemos que decidir juntos. Lo realista dentro del diálogo es aproximarse en los puntos en los que estamos de acuerdo", ha asegurado el presidente.
Además, ha tenido que hacer un ejercicio de equilibrismo para intentar justificar su cambio de opinión respecto a los indultos. Es un asunto que le ha cercado desde que mostrase su cambio de parecer, ya que en la campaña electoral se mostró inflexible con el independentismo y ahora todo son parabienes y concesiones.Ahora, el presidente reconoce su cambio de parecer y lo intenta justificar en su manido argumento de la búsqueda de la concordia y la convivencia y para ello, asegura que el único camino es el "perdón".
El PSOE siempre ha abogado por devolver a la política esta crisis. Para restaurar la convivencia lo útil es el perdón
Sánchez, en una entrevista en la Ser, en la que ha vuelto a defender la medida de gracia, y ha dicho que "el PSOE siempre ha abogado por devolver a la política esta crisis. Para restaurar la convivencia lo útil es el perdón", ha asegurado."Es importante avanzar. El mensaje de los indultos se traslada al conjunto de la ciudadanía de que queremos avanzar y superar la crisis" y ha negado que esta decisión tenga que ver con el hecho de que el Ejecutivo necesite en el Congreso los votos de ERC.Además, ha aprovechado para avisar a la Generalitat de Cataluña de que, tras este "ejemplo claro a favor del diálogo" que ha dado el Gobierno, les toca a ellos "esforzarse" y "reconocer a la otra parte" de la ciudadanía catalana que no cree en la independencia.
Una mesa sin Junqueras
Por otra parte, ha descartado la presencia de Junqueras en la mesa de diálogo puesto que es "una mesa entre gobiernos" y porque además él todavía tiene "unos años de inhabilitación en lo que es la representación institucional, que no se compadece con una representación del Ejecutivo catalán en ese diálogo", ha afirmado.También, Sánchez ha restado importancia a las causas pendientes de los independentistas en el Tribunal de Cuentas, al igual que hizo el ministro Ábalos, que las calificó de "piedras en el camino". "Hay que recordar que el Tribunal de Cuentas no es un órgano judicial, es una instancia administrativa", ha dicho el presidente.Además, ha señalado que "ahora mismo siguen los procesos de trabajo, no hay resolución en firme, y esas resoluciones se pueden recurrir ante los tribunales", y ha señalado que "nunca" han dado ni van a dar "instrucciones" desde el Ejecutivo. Junto a ello, el presidente del Gobierno ha cargado contra la oposición, a la que ha calificado como la "más furibunda de Europa" ya que "ha puesto en cuestión nuestra calidad democrática, no reconoce la legitimidad del Gobierno".
"Aznar lo primero que tendría que hacer es pedir perdón"
Además, ha centrado el tiro en el expresidente, José María Aznar, después de que éste asegurase que hay que "apuntar y no olvidar" los indultos de los independentistas de cara a unas próximas elección. Por ello, Sánchez ha asegurado que "se hace poca justicia el señor Aznar así mismo. Ganó las elecciones en 1996 invocando a Azaña, haciendo pactos con el nacionalismo vasco y catalán y reivindica una figura que no es tal".De hecho, ha ido más allá y ha dicho que "lo primero que tendría que hacer es pedir perdón por meter a España en la guerra de Irak y ser más justo con la democracia española", y ha asegurado que el expresidente "representa un pasado que, lamentablemente, ha vuelto al PP".
"Es como que toca cada mes de septiembre una moción de censura de la ultraderecha"
Respecto a la posibilidad de una moción de censura, Sánchez ha asegurado que solo demuestra "la enorme frustración" de la oposición, dejando a un lado cualquier posibilidad de autocrítica. "Es como que toca cada mes de septiembre una moción de censura de la ultraderecha", ha dicho.Además, ha señalado directamente a Ciudadanos, que se ha mostrado a favor de apoyarla, llegado el caso. "Si es de centro no tiene sentido que pacte solo con la derecha y con la ultraderecha. Tenemos un anacronismo en el liberalismo en nuestro país".Por otra parte, el presidente ha esquivado cualquier referencia a la posibilidad de una remodelación en el Gobierno, asegurando que "no es una prioridad", aunque parece más que próxima. Sin embargo, Sánchez ha preferido decir que "lo prioritario es la vacunación y la preocupación de la ciudadanía.Aun así, ha desvelado que sigue hablando con Pablo Iglesias. Asegura que ambos tienen una relación "cordial", aunque no hablan de manera habitual y no resulta descabellado pensar que una de las conversaciones pudiera versar sobre los cargos morados en el Gobierno.