Montero niega todo lo que Aragonés asegura haber negociado con Sánchez
El presidente de la Generalitat ha dicho haber hablado en Moncloa de amnistía y autodeterminación. Pero la portavoz del Gobierno lo desmiente y asegura que se debatió sobre "autogobierno".
La fase 2 de la agenda del reencuentro con el independentismo -superado el escollo de los indultos- ha comenzado oficialmente este martes en la primera cumbre oficial, una toma de temperatura en realidad, entre Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés. Un primer acercamiento, ya que el grueso de la negociación política la reservan ambas partes para la mesa bilateral que tras la cita de este 29-J se celebrará a la vuelta del verano.En concreto, ambos dirigentes han acordado que la primera reunión de la mesa política tenga lugar en la tercera semana de septiembre. "Reactivaremos la mesa de diálogo sin más dilación. Los respectivos equipos trabajarán las próximas semanas para acordar la metodología de trabajo y el orden del día", ha explicado Aragonés tras la reunión.Eso sí, las versiones han sido contradictorias. El catalán ha asegurado que han hablado de amnistía y autodeterminación, la portavoz de Moncloa, de "diálogo" y de acuerdos."Vamos a ir con toda la ambición y determinación a defender un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y la amnistía. Por esto, no será fácil. Tenemos una oportunidad. El Estado tendrá que hacer una propuesta de Estado", ha explicado el dirigente de Esquerra.Pero la ministra María Jesús Montero ha negado que Sánchez haya tratado con Aragonés la amnistía o la autodeterminación, dos cuestiones que según ha dicho forman parte del "relato" del presidente catalán. Sin embargo, ha señalado que sí se puede profundizar en "mayor autogobierno" para Cataluña.Antes, ni Sánchez ni Aragonés se han prodigado en muchos gestos en la liturgia del protocolo y ambos presidentes se han intercambiado saludos Covid en las escalinatas de La Moncloa y un breve posado ante los reporteros graficos.Después, dos horas y media de reunión y el habitual desplante de los inquilinos de la Generalitat: Aragonés ha despreciado la oferta de comparecer en el complejo presidencial y lo ha hecho en el Centro Blanquerna del centro de la capital. Pese a que fuentes gubernamentales hablan de "clima de cordialidad" en el encuentro.Allí, el presidente catalán ha confirmado lo que su entorno había filtrado apenas finalizada la reunión, que ha vuelto a exigir a Sánchez la "amnistía" y la "autodeterminación" y el "fin de la represión" al independentismo.
"La reunión ha servido para constatar las posiciones alejadas y las diferencias evidentes sobre como resolver el conflicto. El conflicto se debe resolver con diálogo y negociación", ha subrayado Aragonés en su comparecencia ante los periodistas.
Sánchez y Aragonés, entran en Moncloa tras posar para los fotógrafos en las escaleras del Palacio. Según ha detallado el presidente de la Generalitat, la reunión ha servido para pactar dos escenarios de trabajo: la mesa de negociación de septiembre y la vigente comisión bilateral Estado-Generalitat que analizará los "incumplimientos del Estatut" y las "inversiones" futuras.Además, Aragonés ha puesto sobre la mesa una exigencia ya anunciada por ERC y Junts, el cumplimiento del reciente y polémico informe del Consejo de Europa que respaldaba tanto los indultos como la reforma del delito de sedición, que garantizaría la impunidad de Carles Puigdemont.
"Queremos afrontar un conflicto de fondo, que no será fácil", ha apostillado Aragonés. Dando a entender que el proceso que viene va a ser largo. De hecho, ha confirmado que están dispuestos a darse dos años para evaluar los resultados de la negociación que se abrirá en septiembre. "El tiempo de vida de la mesa de negociación se determinará por los avances", ha zanjado. La primera prueba, tras la Diada.
"Normalidad y voluntad de diálogo"
Por su parte, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se ha aferrado al argumentario esgrimido por Sánchez en estas últimas semanas. En el regreso a la normalidad en las relaciones entre Moncloa y la Generalitat y en la supuesta "voluntad de diálogo" de ambas partes. "España no tiene sentido sin Cataluña, y Cataluña no se entiende sin España. Todas las ideas caben en nuestro marco de convivencia", ha defendido.