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La incidencia desbocada entre los jóvenes obliga a las comunidades a retroceder

En la franja de 20 a 29 años ya es de 640 casos por cada 100.000 habitantes. Los 32.607 nuevos contagios del fin de semana abren el debate sobre si hay que cerrar de nuevo el ocio nocturno.

Fernando Simón y Silvia Calzón.

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A.I.M.

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Algunos expertos creen que estamos ante las primeras señales de la quinta ola. El caso es que el preocupante aumento de la incidencia acumulada ha provocado que la mayoría de comunidades estén dando marcha atrás en la desescalada iniciada tras el fin del estado de alarma. Hace ya casi dos meses.

Fernando Simón compareció este lunes para poner cifras a los negros nubarrones que están empañando el buen ritmo de la vacunación (rozando las 44 millones de dosis puestas y con más de 19,1 millones de personas con la pauta completa).

Durante el fin de semana se han registrado 32.607 nuevos contagios, la incidencia acumulada a 14 días se ha elevado a 204,16 casos por cada 100.000 habitantes (casi 50 más que el viernes) y es tres veces mayor entre los más jóvenes, que son los no vacunados: en la franja de edad de los 20 a los 29 años asciende a 640 casos; en la de 12 a 19 años es de 584 casos.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias no ocultó la preocupación del Ministerio de Sanidad porque, si bien es cierto que el aumento de la incidencia entre los jóvenes no se traduce en una presión hospitalaria inasumible, sí lo hace en una mayor presión para la Atención Primaria.

Por eso y porque, como reconoció Simón, de seguir así "puede repercutir en la población de mayor edad y más vulnerable aunque esté vacunada".

El ocio nocturno, en el centro del debate

En el centro de la tormenta se encuentra el ocio nocturno. El debate sobre si ha de cerrarse nuevamente o no está sobre la mesa, aunque la decisión es esta vez de cada comunidad autónoma. Simón fue bastante claro. Aunque reconoció que los locales de copas "han sufrido mucho", también añadió que "los ámbitos en los que se transmite el virus están muy claros".

Sin esperar a conocer las cifras de este lunes, varias comunidades han tomado medidas en los últimos días, y se espera que otras se sumen en los próximos.

Ambiente en una calle de Santander el pasado fin de semana.

Cantabria cerró el viernes el ocio nocturno en 16 municipios durante dos semanas para embridar la incidencia y después de que los hosteleros intentaran -sin éxito- detener a Miguel Ángel Revilla acudiendo al Tribunal Superior de Justicia cántabro.

Baleares también ha tomado cartas con la polémica de los viajes estudiantiles aún viva y los británicos llegando a Magaluf. Allí y en otras localidades turísticas se han reducido los aforos y adelantado los cierres. Las islas han pasado de tener una incidencia acumulada de 909 el lunes pasado a 2.246 casos este lunes.

En Extremadura vuelven los cierres perimetrales con el aval del TSJ extremeño. En concreto el Gobierno de Guillermo Fernández Vara ha ordenado los de Malpartida de Plasencia y Torrejoncillo durante dos semanas.

En Navarra se adelantan, desde este miércoles, los horarios de cierre de bares de copas y discotecas. Al menos durante 15 días todos deberán tener la persiana echada a la una de la madrugada.

En Andalucía el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno decidirá este martes qué medidas adoptar ante el aumento de casos. También Cataluña prepara un endurecimiento de las restricciones, aunque habla de medidas "quirúrgicas". Y otras como Galicia, Castilla y León y la Comunidad Valenciana se lo están pensando. Esta última ya prorrogó las limitaciones al ocio nocturno el martes pasado.

El debate discurre en paralelo al de la vacunación de los más jóvenes saltándose a otros. A este respecto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo resumió la postura mayoritaria entre las comunidades: "Sería difícil decirle a alguien de 35 años que tiene menos prioridad que uno de 25 años".