Pedro Sánchez explota y pierde las formas en Letonia: "Joder, joder, joder"
El presidente, tan fotogénico y diplomático siempre, esta vez no pudo por menos de echar sapos y culebras ante los periodistas que le acompañan en su viaje por los países bálticos.
Pedro Sánchez con la estelada de fondo en Riga.
Los compromisos de Pedro Sánchez lejos de España se han acumulado con toda la intención: de una gira por los países bálticos a un "road show" en Estados Unidos. Ni siquiera se descarta, en la última semana de este mes, algún desplazamiento "de campanillas", según cuentan por La Moncloa. Con permiso de la Conferencia de Presidentes que tiene por cerrar antes de que acabe el mes en Salamanca.
Pero, esta vez, al presidente le está fallando esa ansiada iniciativa que los políticos quieren tener a toda costa.
Los alardes y la pirotecnia separatistas persiguen a Sánchez. Hasta el punto de que, en su reciente paso por Letonia, se "coló" una estelada en una ofrenda floral ante un Monumento dedicado a la Libertad.
El inesperado episodio hizo que Sánchez, encolerizado, soltase sin disimulo un "joder, joder, joder". Por no hablar de la cara de circunstancias que puso el primer ministro letón, Arturs Krisjanis Karins, al ver la bandera de los independentistas. Él que durante toda la visita había evitado hablar del asunto catalán por tratarse de "un tema interno".
Esta brecha de seguridad ha causado mucho malestar en la delegación española. Más todavía al ver la foto distribuida con profusión por la agencia Reuters a lo largo y ancho de Europa, que repicaron infinidad de medios de comunicación.
Y justo, además, el día en que Sánchez tuvo que "tragarse" otra foto muy molesta: la de Oriol Junqueras con Carles Puigdemont en Waterloo.
Hasta la mercadotecnia empieza a fallar en La Moncloa. Y encima a las pocas horas el presidente tuvo que interrumpir una rueda de prensa con su colega lituano, Gitanas Nauseda,porque las tropas españolas en la base militar lituana de Siauliai detectaron un avión no identificado que sobrevolaba el mar Báltico. ¡Los rusos!