El escándalo de corrupción de IU que Garzón ha tapado con el "carnegate"
Mientras el ministro comunista vive sus "días de gloria" con la polémica del chuletón, acaba de comenzar el juicio contra una de sus alcaldesas por 470 enchufes. Él se enteró por la tele.
Más que oportunamente; el terremoto desatado por el ministro de Consumo, Alberto Garzón; con su llamamiento público contra el consumo de carne, ha servido para eclipsar el más grave escándalo de corrupción que ha puesto en el escaparate público a Izquierda Unida en estos últimos días.En el banquillo de los acusados se sienta una de las principales alcaldesas de la coalicion comunista, la de Manilva Antonia Muñoz. Acusada de haber enchufado en la corporación a más de 470 personas, entre su propia familia y centenares de afiliados y simpatizantes de IU. En su día, Garzón aseguró que de este escándalo se enteró por los medios de comunicación.
La operación se remonta a 2013 y la investigación la encabezó el grupo de delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil, cuyos agentes destaparon 470 enchufes y varias adjudicaciones ilegales de contratos públicos desde la Alcaldía que ostentaba Muñoz.
Antonia Muñoz, la alcaldesa de IU de los "400 enchufes" que se sienta en el banquillo desde este jueves.
La mediática regidora de Manilva, cuyo caso llegó a protagonizar varios programas de televisión, abochornó entonces a un partido que presumía de ser el último bastión contra la corrupción y en favor de la regeneración democrática.Tan es así, que el hoy ministro Garzón, se quitó de enmedio con las artes propias de la vieja política que decía combatir. Se enteró por la tele, pese a que hiperactivo en las redes sociales recetaba soluciones para los demás.
Las investigaciones de la Guardia Civil demostraron que las empresas del marido de la alcaldesa de Izquierda Unida, que además era administradora de alguna de esas sociedades, supuestamente recibieron adjudicaciones públicas por más de 200.000 euros. Sin el preceptivo concurso público.Junto a Muñoz y su marido, se sientan ahora en el banquillo de los acusados una decena de personas -entre ellas de cinco de sus antiguos concejales y el actual primer edil- procesados por prevaricación continuada por lo que la Fiscalía exige para cada uno de ellos dos años de cárcel, cuatro de inhabilitación especial para empleo o cargo público y multa de 24 meses.La alcaldesa Muñoz nunca fue expulsada de IU, ni siquiera expedientada. Ella abandonó el partido. Pese a que el escandalo del trato de favor a su propia familia no fue el único. La Guardia Civil descubrió después esa red clientelar que había enchufado a 470 personas en el Consitorio en sus empresas públicas dependiente, la mayoría simpatizantes y afiliados de la formación que ahora dirige Garzón.Muñoz ha tratado de impedir este miércoles el comienzo del juici, pero el tribunal lo ha desestimado. La palabra la tiene ahora el Juzgado de lo Penal 6 de Málaga. Allí se enjuicia la gestión de IU en una de las principales ciudades de la Costa del Sol. A la vez que media España asiste atónita a la polémica engendrada por su actual líder, Alberto Garzón.