La semana triunfal de Félix Bolaños acaba en pesadilla para el nuevo ministro
Días después de salir de la fontanería monclovita y de deshacerse de su amigo Iván Redondo, al flamante titular de Presidencia le cae encima como un obús la resolución del Constitucional.
Bolaños en el traspaso de carteras del lunes.
El enorme varapalo del Tribunal Constitucional al Gobierno por recurrir al estado de alarma y no al de excepción para confinar a los españoles en marzo de 2020 lo ha sido, sobre todo, para Félix Bolaños. Aquel decreto llevaba la impronta del entonces secretario general de la Presidencia y hoy ministro de la Presidencia, que trabajó codo con codo con Carmen Calvo en el andamiaje jurídico de una medida excepcional que, según el Ejecutivo, sirvió para salvar 450.000 vidas.
Calvo ya no está, pero Bolaños lleva cartera ministerial desde el lunes y encima su Iván Redondo ya no está. Y la resolución del TC, aunque fuera por un estrecho margen, ha supuesto el primer gran borrón en su currículum como ministro. De hecho la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, le ha señalado directamente a él. Los populares, como también Vox, han pedido la comparecencia urgente de Bolaños y el resto de nuevos ministros en el Congreso antes de que acabe julio. Para lo que habría que habilitar el resto del mes como hábil (la Cámara está ya fuera del periodo ordinario de sesiones).
En marzo de 2020, en las horas previas al Consejo de Ministros extraordinario que declaró el estado de alarma e incluso durante esa reunión se abrió entre los miembros del Ejecutivo un intenso debate sobre la conveniencia de recurrir a ese mecanismo o al estado de excepción. El presidente, asesorado sobre todo por Calvo y Bolaños, decidió optar por el estado de alarma. También escuchó las distintas opiniones de los tres ministros que eran jueces de carrera (ahora quedan dos): Juan Carlos Campo, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles.
Los juristas que no fueron escuchados
Y no sería por que en las semanas siguientes, con las sucesivas prórrogas, destacados juristas no se lo advirtieran. A principios de mayo la exfiscal general del Estado Consuelo Madrigal escribió una tribuna en El Mundo que le valió muchas críticas. El Foro de Abogados y Abogadas de Izquierda incluso pidió que fuera sancionada. En ella exponía: "Constituye un ejercicio antidemocrático de poder la imposición encubierta, y sin el control interno y europeo, de un verdadero estado de excepción, en el que se restringen severamente los derechos, bajo cobertura de la prórroga del estado de alarma que garantiza al Gobierno el mando único en la fase aguda de la excepcionalidad y en la vuelta a la ya imposible normalidad".En los pocos días que lleva al frente del Ministerio de Presidencia, Bolaños ya se ha hecho con el control de la parte política del Gobierno. A él le corresponde mantener engrasado el engranaje con Unidas Podemos, con los socios externos (ERC, Bildu, PNV...) y con la Generalitat.Este jueves ha presidido su primera reunión de secretarios de Estado y subsecretarios.
