El turismo clama contra Sánchez por no poner freno al caos de la quinta ola

La quinta ola, la llamada ola joven, está a punto de cargarse la temporada del turismo estival. Y el caos jurídico creado por la falta de un "Plan B" alternativo al estado de alarma, puede ser el detonante: se amontonan ya los países que desaconsejan venir a España (los últimos Holanda y Bélgica) y el puzzle autonómico de toques de queda y restricciones dificulta saber a qué atenerse.Mientras, el sector clama por la imprevisión del Gobierno. El horizonte de "brotes verdes y luces cada día más claras" que se preveía para la temporada estival se ha visto "truncada súbitamente", y ha llamado a mejorar la comunicación de la realidad sanitaria "en clave menos alarmista", ha explicado José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.Zoreda ha advertido el "súbito frenazo" que ha sufrido el turismo concretamente las reservas de turistas extranjeros por la negativa repercusión que ha tenido los rebrotes y las tasas de contagio a nivel internacional.

De hecho, las noticias que llegan desde los principales países europeos que aportan turistas a España cada día son más desalentadores. Países Bajos ha elevado el riesgo de la pandemia de COVID-19 para las islas Baleares y Canarias por lo que, desde el viernes, las autoridades desaconsejan los viajes al país y piden realizar sólo los "necesarios".Y la agencia de viajes Sunweb ha cancelado todos los viajes para España, Portugal y Chipre y TUI ha ampliado el período en el cual no hay vuelos a Baleares y Canarias hasta el 13 de agosto. El operador turístico espera que el aviso de viaje vuelva a ser amarillo en este período, según ha informado el diario 'De Telegraaf'.También, esta semana Reino Unido anunció que Baleares pasará a su lista ámbar de viajes de riesgo, una medida que entrará en vigor la próxima semana, de manera que, toda España, incluida las Islas Canarias y Baleares, estarán en esta lista.

Caos autonómico para controlar la pandemia

Mientras tanto la alarma social crece, Pedro Sánchez no aporta certezas sobre el asunto y deja en manos de las autonomías las decisiones para frenar el aumento de las tasas de incidencia. El fantasma del toque de queda vuelve a planear sobre España. El aumento de los contagios en los últimos días ha llevado a las comunidades autónomas a plantearse aumentar las restricciones de movilidad nocturnas.

Una medida de difícil encaje legal. Y más después de que el Constitucional haya resuelto el debate jurídico sobre la inconstitucionalidad del primer estado de alarma declarado por el Gobierno de Pedro Sánchez el 14 de marzo de 2020. Sánchez quiere que sean las propias comunidades las que presionen para que se vuelva a instaurar y paguen ellas el coste político de una medida tremendamente impopular. Por su parte, las comunidades exigen al Gobierno que reaccione, que tome las riendas y establezca nuevas medidas para evitar volver a la situación que ya se vivió el verano pasado y que derivó en un nuevo estado de alarma. Y es que, después del fin de la mascarilla, la situación se ha descontrolado y parece que la vacunación, que el Ejecutivo vende como la solución al fin del virus aún no es suficiente para frenar la enorme ola de contagios.

El turismo, el gran damnificado

Un claro ejemplo de los malos presagios para el sector del turismo es la bajada de reservas de los turistas británicos, pese a que pueden viajar ya vacunados, según Zoreda las reservas se han ralentizado entre un 15% o 20%. Pese a estos malos datos los destinos de demanda nacional de la España Verde y del destino del interior serán los protagonistas de la reactivación turística.Por tanto los grandes damnificados de esta crisis turística según Zoreda, serán los enclaves insulares y los destinos urbanos como Madrid o Barcelona. En la capital las reservas previstas se sitúan un 62,3% por debajo de 2019.

Recuperación en otoño

"Prevemos que algo de lo que se pueda perder en verano se pueda recuperar en otoño", ha dicho Zoreda, que vislumbra una mayor demanda en escapadas de fines de semana por el aumento del nivel de vacunación, entre otros motivos.De cumplirse este escenario, el PIB turístico español al cierre de 2021 sería de 72.514 millones de euros, por debajo del de 2019, aunque mejora parcialmente los 53.000 millones de euros con los que cerró 2020.El sector del transporte es el más beneficiado, ya que fueron los primeros en notar la reactivación de los viajes por el levantamiento de las restricciones de movilidad con una caída de las ventas del 62,4% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo de 2019.Por el contrario, son los hoteles vacacionales con caídas del 80% en abril y mayo y del 55,8% en junio, y las agencias de viajes con caídas entre el 85% y el 67% los que más notarán la recuperación a partir de junio a cargo de la demanda española y por el inicio de las llegadas desde algunos mercados externos, según las previsiones más optimistas.