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Casado se inclina por no frenar a Ayuso ni adelantar el Congreso madrileño

La tensión por el control del PP madrileño vive sus peores horas pero se abre una solución para frenar una escalada que beneficia al PSOE y a Sánchez ante todo.

Ayuso, recogiendo su premio en Milán

Publicado por
Javier Rodríguez

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Ayuso triunfa en Milán y recibe un premio from ESdiarioTV on Vimeo.

La procesión va por dentro. Y sale afuera, aunque no a borbotones. Pero existir, existe, a cuento de quién presidirá el PP madrileño. ha dejado ver sus sensaciones, que se resumen en una idea: si pudieran evitarlo en Génova, ella no ostentaría la doble presidencia de la Comunidad de Madrid y del partido.

Y Génova ha dejado ver las suyas: no veta a nadie ni promociona una alternativa, aunque no se deje de hablar del alcalde Almeida para ese reto; pero tampoco se deja presionar por nadie ni entiende que, teniendo todos claras y aprobadas las fechas para celebrar congresos regionales, ahora se oscurezca la Convención Nacional de Valencia, destinada a lanzar definitivamente a Pablo Casado hacia la presidencia en sustitución de Pedro Sánchez.

En ese juego de interpretaciones, sí parece detectarse una voluntad compartida de frenar la polémica. En ambos lados reconocen a ESdiario que esta discusión les debilita a todos y refuerza al PSOE en su primer momento, con Pedro Sánchez frotándose las manos por la inesperada ayuda de su principal rival.

A falta de una llamada que todos esperan sea entre Casado y Ayuso para calmar las aguas, las posiciones parecen alejadas: Ayuso no reculará en su deseo de presidir el PP y de adelantar a finales de año la celebración de su Congreso, y Casado no adelantará el calendario para satisfacer los deseos de su vieja amiga, tal y como dejó claro en una entrevista anoche en Cope en la que recalcó que “no toca” acelerar esa elección.

Si Casado o veta a Ayuso y Ayuso no aspira al puesto de Casado, la polémica tiene visos de terminar. O no.

"Podemos ganar a Sánchez si nos unimos todos, pero sobre todo si estamos a las cuestiones que a los españoles les importan", ha asegurado, para pedir hablar de los temas internos "lo menos posible".

Casado ha asegurado que, ante ese Congreso del PP de Madrid, él va "con los militantes de Madrid" y ha eludido pronunciarse a favor de Ayuso o del alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. "En este caso no puedo opinar como no opiné en el Valencia, ni en el de Galicia ni en ningún otro congreso", ha enfatizado.

"Orgulloso de Ayuso... y de Almeida"

El presidente del PP ha indicado que ha intentado explicar que "esto no toca" cuando le han preguntado públicamente y se ha quejado que, después de hacer una "referencia amistosa" tanto a Almeida como Ayuso, que estaban presentes en ese acto, se haya dicho que él ha "terciado en el tema", en alusión a las informaciones que apuntan que con sus declaraciones impulsó la candidatura del alcalde, algo que Génova no confirma ni asume.

Casado ha sacado pecho de su elección como candidatos de Almeida y Ayuso ante los comicios de 2019 y ha señalado que en su día "todo el mundo le criticó" porque no entendían su decisión. Dicho esto, ha elogiado su labor estos años y ha añadido que le "enorgullece".

Lo que hay debajo de sus palabras es una mezcla de sorpresa e indignación por las prisas de Ayuso, a quien fuentes del PP reconocen su derecho a presidir el PP madrileño y niegan todo veto ni promoción de una alternativa desde los despachos de Génova.

Pero eso es lo que sospecha Ayuso y lo que le ha hecho activar su candidatura, a la que no renunciará. Está por ver si acepta el calendario de Génova, que retrasaría a mayo el Congreso madrileño, a cambio de las garantías de no injerencia que tal vez ayudarían a esa espera.

Pero de momento, mantendrá su postura, con tanta decisión como incredulidad ante quienes han visto en ello un intento de minar el liderazgo de Casado y promocionar el suyo, como alternativa nacional, en el caso de que el actual presidente popular no logre desalojar a Sánchez de La Moncloa.

“Yo soy del equipo de Casado, quiero que sea el presidente y mi lugar es Madrid”, insiste en repetir Ayuso en círculos privados desde hace días, poniendo incluso tope a su carrera política: “En ocho años lo dejo, y siempre en Madrid”, reitera.

Ayuso se lo ha ganado

La pregunta que cabe hacerse es cómo se ha llegado aquí si Casado no veta a Ayuso y si Ayuso no quiere el puesto de Casado. “Son cosas de los equipos”, apunta un dirigente popular con trienios en la política madrileña, haciendo mención indirecta al poderoso Jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez; y al entorno del no menos influyente secretario general del partido, Teodoro García Egea.

Sea o no cierto, las próximas horas son decisivas. Unos esperan que Ayuso saque de la agenda el debate madrileño y ayude en la convención, que le coincide con un viaje a Estados Unidos pero le permitirá acudir a la última jornada. Y otros esperan que Génova dé gestos inequívocos de que no se pondrán más trabajas a algo en lo que, en el fondo, todos están de acuerdo: Ayuso se ha ganado el derecho a encabezar al PP en Madrid.

Desde Milán, donde la presidenta autonómica ha recogido el prestigioso premio 'La Llama de la Libertad' por parte del Instituto Bruno Leoni, llega un mensaje inequívoco al respecto: no está claro si asumirá el calendario que ella misma aceptó en la Junta Directiva, y que sitúa los Congresos autonómicos en 2022; pero sí lo está que, con Casado o sin él pero mejor con él, abordará la presidencia del PP madrileño.

Quizá la clave esté en las palabras de otros barón, el gallego Núñez Feijoó, que intenta poner árnica y cerrar la controversia augurando que, pese a la aparente bronca actual, al final el Congreso madrileño será “sosegado y tranquilo”.