El cesarismo de Sánchez y el carrete de Casado y Ayuso
Cada día tiene su afán, y nuestro director enfoca su cámara sobre las noticias y personas que han llamado su atención. Para bien o para mal.
Mientras Pedro Sánchez acusa a Pablo Casado y al Partido Popular de estar fuera de la ley por no renovar órganos como la cúpula judicial, el Tribunal Constitucional no deja de sacar los colores al presidente del Gobierno.
De momento, ya le ha dicho que el primer estado de alarma fue inconstitucional. Pero, además, el segundo, el de los seis meses, va por el mismo camino.
Todo indica que la máxima autoridad judicial española va a dictaminar en octubre que el Gobierno adulteró arbitrariamente el marco jurídico.
Ciertamente, desde La Moncloa y Ferraz mandan recados a sus terminales mediáticas para quitar hierro al asunto. Pero, ojo, porque esto no es cosa menor.
No parece un asunto baladí que el TC diga que el cierre del Congreso en marzo de 2020 desactivó la actividad parlamentaria vulnerando los derechos de los diputados tanto en su función legisladora como en la de control al Gobierno.
Es un tema muy grave, porque supone señalar que Sánchez, a conciencia, degradó la soberanía de España. Insisto, muy grave.
Tampoco parece trivial que el alto tribunal ponga en evidencia que la "cogobernanza", ese método que se inventó el Consejo de Ministros para lavarse las manos cargando a los presidentes regionales las decisiones más duras de la pandemia, obligó a las Comunidades Autónomas a limitar derechos fundamentales de los españoles sin capacidad para hacerlo.
¿A alguien puede parecer exagerado que se diga que el presidente del Gobierno se ha comportado más como el líder de un régimen cesarista que como un mandatario democrático?
Pues el "exprópiese" de las eléctricas, vía decreto, que tanto recuerda a la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, es otro peldaño más en la peligrosa escalera autoritaria de Sánchez.
Y, por no olvidar las buenas costumbres, para terminar vayamos a otra cosa.
La Convención Nacional "nómada" del PP, que se cerrará en la plaza de toros de Valencia el 3 de octubre, comienza el próximo 27 de septiembre en Santiago de Compostela. Lamentablemente, y aunque las citas se echan encima, en vez de hablar sobre tan importante cónclave, las noticias en torno a los populares versan sobre el pulso que mantienen Génova y Sol por el Congreso del partido en Madrid.
Algo, desde luego, se está haciendo rematadamente mal a nivel de comunicación. Además, el salto cualitativo del debate no deja de traer sorpresas.
En efecto, lo que comenzó cuando se habló a destiempo, desde los despachos nacionales del partido, que se prefería como presidente regional a alguien sin responsabilidades de gobierno en la Comunidad ni en la Alcaldía de la capital, ha ido evolucionando hasta el punto que algún importante barón del PP, en un "off de record" con periodistas, reconoció que veía a Isabel Díaz Ayuso con más posibilidades que Pablo Casado de ganar a Pedro Sánchez en las elecciones generales.