Escrivá se harta y reprocha en privado a Yolanda Díaz sus golpes bajos
El ministro de Seguridad Social está cansado del fuego a quemarropa de su colega de Trabajo, ahora con las pensiones, antes con los ERTEs y el salario mínimo. Y se lo ha dicho.
La guerra entre Yolanda Díaz y José Luis Escrivá quedó patente este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde la tensión entre ambos se cortaba con cuchillo. Eso en público, porque en privado hubo palabras gruesas del ministro de Inclusión, Seguridad y Migraciones a la de Trabajo y Economía Social. Escrivá le recriminó que hubiera sacado de contexto sus declaraciones sobre el aumento de la edad de jubilación y contribuido a esparcir lo que considera un bulo.Todo para ganar puntos ante la opinión pública y el electorado, dentro de la campaña de imagen en la que está metida la gallega para reconfigurar el espacio a la izquierda del PSOE y dar por fin . El propio ministro reconoció este miércoles en Onda Cero haber conversado a solas con su compañera después de que ésta saliera el lunes públicamente a darse golpes en el pecho y a pedir "cautela en las declaraciones", en clara alusión a Escrivá. A eso y a garantizar que con ella en el Ejecutivo nadie se jubilará a los 75 años, ni mucho menos. "Desde luego no forma parte del acuerdo de Gobierno", zanjó Díaz. Lo que no dijo el titular de Seguridad Social fue que esa conversación se produjo en un tono áspero, cansado como lo está de que la vicepresidenta segunda busque constantemente "el choque" con él para crecer políticamente, señalan desde su entorno. Ya sea por los ERTEs, el salario mínimo o las pensiones.
El ministro sabe que está permanentemente en el objetivo de Unidas Podemos, como lo está también la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Así que no le sorprendió cuando los morados fueron los primeros en poner el grito en el cielo al leer el domingo este titular en el diario Ara: "Hay que hacer un cambio cultural en España para conseguir que se trabaje más entre los 55 y los 75 años".En la entrevista Escrivá hablaba, en realidad, no de obligar a los españoles a jubilarse más tarde, sino de cambiar mentalidades para que cada vez sean más quienes quieran trabajar más años. Voluntariamente. "España es una anomalía a nivel europeo: no solo no estamos siguiendo esta tendencia si no que incluso se está reduciendo la proporción de mayores de 55 años en activo", reflexionaba.Pero se encontró con el fuego amigo de Yolanda Díaz y Unidas Podemos a quemarropa. El ministro cree haber sido víctima de una operación política para desacreditarle, otra más. Y aunque en público asegura que está acostumbrado y que va en el cargo, en privado empieza a estar harto.