Pánico en el PSOE y Podemos por las revelaciones del Pollo Carvajal
Las revelaciones interesadas del jefe de la Inteligencia chavista no aportan pruebas, de momento, pero asustan en el Gobierno: se teme que las enseñe cuando lo considere necesario.
El "Pollo Carvajal" apura sus últimos momentos en España para zarandear el avispero en la mismísima Audiencia Nacional y sacar a relucir trapos sucios de los partidos que forman el Gobierno de España. Y según confirma ESdiario en el entorno de ambos, la preocupación de ambos es elevada: si bien no ha mostrado pruebas de sus acusaciones ante el juez; su papel clave durante años en el Régimen venezolano permiten pensar que, llegado el caso, podrá aportar documentación, cuando menos engorrosa.El máximo responsable de Inteligencia con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro dice tenerla ya, para empezar, sobre asuntos de terrorismo internacional que serían de gran interés para la Justicia española, con estas declaraciones consigue tiempo para evitar su extradición a Estados Unidos.Según adelanta ABC, en su exposición "Pollo Carvajal" dejó caer que tenía conocimiento de todas las relaciones entre España y Venezuela durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y, en ese sentido, que conocía y podía acreditar que hubo irregularidades en la fase en la que Miguel Ángel Moratinos, al que mencionó por su apellido, fue ministro de Exteriores entre 2004 y 2010. Etapa que coincide con los años donde empresas de España firmaban grandes contratos con Venezuela.Eso sí, más allá de su testimonio interesado, no aportó prueba alguna de la veracidad de sus acusaciones, en una línea que recuerda a la de Corinna con el Rey Juan Carlos, Bárcenas con el PP o el comisario Villarejo con casi todas sus revelaciones.
Pero algo sí da verosimilitud a lo que pueda ir soltando el misterioso personaje que pone el alma en vilo a socialistas y podemitas. Y es que, de esa época, hay importantes investigaciones de la Audiencia Nacional, algunas cerradas y otras continúan abiertas. Desde la venta en 2005 de ocho fragatas españolas por 1.245 millones de euros, que se ha estado investigando durante una década hasta concluir que hubo comisiones, pero las pagaron arcas venezolanas o la adjudicación a Duro Felguera por 2.000 millones de dólares de una central térmica que continúa en investigación.
Es cierto que el Pollo Carvajal no ha mostrado pruebas, pero los casos abiertos en la Justicia dan pábulo a sus revelaciones y asustan al Gobierno
También en la Audiencia Nacional, se ha reactivado del caso Morodo -un escándalo de cobro de comisiones ilegales que salpica a José Luis Rodríguez Zapatero y es de la misma época que la del ministro Moratinos- y la declaración de Hugo El Pollo Carvajal, el exjefe de la Inteligencia de Hugo Chávez al que se vincula con la financiación del PSOE y de Podemos desde las arcas del régimen bolivariano.Raúl Morodo, exembajador de España en Venezuela con Zapatero tenía cita a mediados de este mes ante el juez que le investiga por tres delitos. Pero ha sido una tumba. Se negó a declarar ante el magistrado de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal por los más de 4,5 millones de euros que él y su círculo más íntimo habrían recibido entre 2011 y 2015 de la petrolera venezolana PDVSA.De acuerdo a las fuentes del entorno de Carvajal que maneja ABC, de la parte que más podría aportar sería la relativa a toda la compraventa de armas, incluido aquel negocio con las fragatas de construcción española. En aquel momento, el ministro de Defensa era José Bono y la causa por los 43 millones que se fueron en comisiones, recientemente archivada, nunca le salpicó.
Podemos también en el punto de mira
Las mismas fuentes de ABC apuntan que Carvajal se refirió específicamente al cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero y dijo que había estado facturando a la petrolera estatal venezolana por servicios inexistentes. Dio un cálculo a ojo del dinero que podría haber ganado de ese modo, una horquilla que empezaría en 100.000 o 200.000 dólares y que no podía precisar, como tampoco el número de contratos o las fechas. De esto, como de las supuestas irregularidades en los negocios del Gobierno de Zapatero con Venezuela de los que dice ser conocedor, tendría prueba documental o es lo que avanzó al juez.Su testimonio goza de "fiabilidad", pero no es suficiente ni para abrir investigaciones penales ni para otorgarle algún beneficio como testigo protegido, únicamente sirve para posponer su entrega a Estados Unidos. Pero para ello los documentos de los que dice tener posesión deberán llegar antes de mediados de octubre, es su única baza para alargar su estancia en España.
Como adelanta ABC, no es fácil recuperar esa información y menos, estando en prisión provisional, pero existe el compromiso firme de poner papeles a disposición del juez porque lo que subyace en el fondo, es la convicción de que le va la extradición en ello. Estados Unidos reclama a Carvajal por narcotráfico en el contexto del Cártel de los Soles es una invención para poder llevarle a su territorio y bajo coacciones, conseguir información del régimen de Maduro.
Tensión palpable en Podemos y PSOE
Ambos tienen sobradas razones para esa inquietud. Por parte del PSOE, que su delegado en Caracas en tiempos de Zapatero esté señalado en una siniestra trama de desvío de fondos millonarios procedentes del petróleo es en sí mismo escandaloso. Y más si su reacción ante el juez es guardar silencio y negarse a declarar, algo más propio de un delincuente que de un servidor público.Y aunque los hechos que se le imputan pertenecen al pasado, que toquen a todo un expresidente y huelan a lo mismo que el turbio Delcygate tapado por Ábalos y Sánchez, lo pone de plena actualidad. Quizá por eso el PSOE calla con el pasado y silencia el presente, haciendo lo imposible por evitar toda investigación parlamentaria de todo ello.En el caso de Podemos, lastrado ya en origen por la evidente relación entre sus fundadores y el chavismo, la disposición del "Pollo" Carvajal a "tirar de la manta" y demostrar que esa sintonía puede explicar incluso el nacimiento del partido, es un misil en su línea de flotación que coincide con otros casos donde la financiación del partido está bajo sospecha.