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Ferraz pasa el rodillo en Valencia: Page, Vara y Lambán de convidados de piedra

Este viernes Sánchez despedirá a su actual Ejecutiva que se dispone a revolucionar. Las delegaciones llegarán a Valencia en una semana con todo "atado y bien atado".

Sánchez se ha diseñado un congreso para arrollar y dejar a los "resistentes" como meros invitados.

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Ferraz ha dejado visto para sentencia su 40 Congreso Federal previsto para el fin de semana del 16 y 17 de octubre en Valencia. Este viernes, Pedro Sánchez reunirá por última vez a su Ejecutiva Federal y despedirá a la mayoría de sus miembros, ya que en la capital del Turia está prevista una revolución del órgano federal de los socialistas.

Con los barones domesticados y convertidos en meros convidados de piedra, ni los más viejos del lugar recuerdan un cónclave socialista tan cómodo para su secretario general. Ni siquiera en los tiempos del felipismo más arrollador. Y este martes ha cerrado Sánchez el último fleco que tenía pendiente: llegar a Valencia con un acuerdo con Podemos para los Presupuestos de 2021.

Así despejado cualquier obstáculo, Sánchez arrancará el Congreso Federal con una foto de unidad de los ministros del ala socialista del Ejecutivo, los presidentes autonómicos y los secretarios generales de las distintas federaciones, en un claro intento de Moncloa y Ferraz de marcar desde el minuto uno la pauta de este cónclave: la "unidad" dentro del partido y el control absoluto que sobre él ejerce Moncloa.

De hecho, Ferraz ha cerrado también la participación el sábado de los exsecretarios generales José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia e incluso Felipe González, a pesar de los reproches que este último ha lanzado en público a Sánchez. Fue el propio presidente el que contactó con ellos para invitarles personalmente a participar en el congreso, según fuentes de la organización del cónclave.

Sánchez entrará en el 40 Congreso de Valencia con todo atado y bien atado y saldrá con un PSOE a su medida como nunca.

A falta de que los organizadores terminen de cerrar la escaleta, la previsión es que la agenda comience el viernes a medio día con un encuentro del denominado Consejo de Política Federal -el órgano territorial del PSOE, en el que se integran todos los secretarios generales autonómicos- y al que llegan neutralizados los barones más críticos como Page, Vara y Lambán.

De ahí saldrá la primera foto de esa "unidad" de la que Sánchez quiere hacer gala, en un cónclave en el que han sido anuladas de antemano desde la dirección federal tensiones y disputas, y al que el presidente llega ya con su cargo reafirmado, tras unas primarias breves y de trámite, sin votación, en las que él fue el único candidato. Es decir, la única "sorpresa" que se espera es que "no va haber sorpresas", en palabras de un dirigente socialista.

Ya el sábado se espera que los órganos federales salientes presentes su informe de gestión. A lo largo de la mañana se producirán también las intervenciones, por un lado, de los dos expresidentes González y Zapatero, y por otro, de Almunia. Todo ello antes de que arranque ya por la tarde el debate de las enmiendas a la ponencia marco, que servirá para fijar los nuevos postulados del PSOE en esta nueva etapa que se abrirá tras la cita de Valencia.

Por último, el PSOE cerrará su congreso el domingo con la intervención final del líder socialista y la votación tanto de la ponencia marco que resulte de todos los debates como de la nueva Ejecutiva que diseñe Sánchez para esta nueva etapa. Se espera una revolución con la purga de la mayoría de los actuales coroneles del presidente. Y los cientos de delegados serán testigos silentes del la conversión definitiva del Partido Socialista al Partido Sanchista.

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