Casado desvela la verdadera intención de Sánchez al reformar la Constitución
El PSOE ha dejado claro durante su Congreso que trabajará para modificar la Carta Magna en asuntos tan relevantes como la organización territorial o la Corona.
Pedro Sánchez ha aprovechado el 40 Congreso del PSOE para desempolvar una de sus viejas aspiraciones, la reforma de la Constitución. El presidente quiere pasar a la historia, y pretende hacerlo recorriendo el camino hacia la España federal en la que los territorios tengan más independencia, como exigen los nacionalistas, y para ello ha colocado a su hombre fuerte, Félix Bolaños al frente del proyecto.
El ministro de Presidencia está "encantado" con su nuevo cargo de secretario para la Reforma Constitución y Nuevos Derechos de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, desde donde trabajará para restar poder al Estado, en favor de las autonomías, pero ya se ha mostrado con el rechazo de la oposición, sin la cual será imposible realizarla.
El líder el PP, Pablo Casado, lo tiene meridianamente claro, ya que "no es el momento de reformar la Constitución", puesto que tras esta propuesta lo que realmente esconde Sánchez es "hacer una modificación constitucional para dar encaje a sus socios independentistas, por cierto, los que también prometió traer a España, juzgarlos y no pactar con ellos".
"Somos un partido serio, no andamos con ocurrencias", ha señalado Casado en una entrevista en Onda Cero, en la que se ha preguntado si Sánchez realmente "está cumpliendo con la unidad nacional, con no pactar con independentistas, con traer a los prófugos, con no permitir que haya propaganda en los medios de comunicación públicos o con no permitir adoctrinamiento en las aulas".
Además, el líder del PP considera que "no hay mejores interlocutores ahora que en el año 78 para reformar el título octavo de la Constitución", el que hace referencia a la organización del Estado, y que Sánchez pretende modificar para contentar a sus socios.
El PSOE quiere emprender, "con espíritu constructivo, determinadas reformas que la actualicen" la Constitución "al siglo XXI" pero que incluyen restar peso a las instituciones del Estado
Sin embargo, Casado sí que se ha mostrado partidario de una reforma que incluya la sucesión a la Corona, la denominación autonomías, actualizar las referencias a Europa o que se establezcan las conferencias que son trasferibles, de una forma clara.
Pero, a lo largo del cónclave socialista, ya se desveló el rumbo que tomaría dicha reforma, ya que el PSOE ha integrado en su ponencia política varias enmiendas que abogan por avanzar "hacia una estructura Federal del Estado" a través de una reforma de la Constitución.
Estas modificaciones vienen a reforzar el punto de la ponencia en el que el PSOE ya se comprometía a emprender, "con espíritu constructivo, determinadas reformas que la actualicen" la Constitución "al siglo XXI".
"Una propuesta de reforma, detallada en la Propuesta Socialista de Reforma Constitucional, aprobada por el Consejo de Política Federal el 28 de octubre de 2015, en la que nos reafirmamos, que tiene como objetivos reforzar el Estado del Bienestar, desarrollar el Estado de las Autonomías en un sentido federal, ampliar derechos y libertades e incorporar Europa al Texto Constitucional", aseguran en el citado punto.
Acabar con la inviolabilidad del Rey
Pero además, la reforma de Sánchez no solo se refiere a la organización territorial del Estado, sino que también pretende acabar con la inviolabilidad al jefe del Estado que establece la Constitución, aunque es consciente de que es necesario que el PP apoye una reforma de la Carta Magna, algo improbable.
"Yo lo he dicho, creo que no es necesario que se reconozca esa condición, que es producto de otra época, una etapa legítima, pero no una etapa de una democracia consolidada con más de 40 años de historia", ha explicado en una entrevista en la Cadena Ser. No obstante, a continuación ha reconocido que para ese tipo de reformas es necesario contar con el primer partido de la oposición, y "dos no bailan si uno no quiere".
Y es que Casado ya ha avisado de que no va apoyar ninguna reforma que sirva para seguir acrecentando el poder de un independentismo insacible que tiene en sus manos el devenir de España gracias al protagonismo que le ha cedido Sánchez y que con una Constitución federalista aún tendría mayor influencia y permitiría seguir debilitando a las instituciones del Estado.