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El pago de Sánchez a Otegi: 300 etarras beneficiados desde que llegó al Gobierno

La política penitenciaria iniciada por Fernando Grande Marlaska pasa por seguir acercando cada día más presos de la banda a las cárceles del País Vasco que ya las tiene transferidas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska

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Andrea Jiménez

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Presos por presupuestos. Ese es el macabro intercambio que ha puesto sobre la mesa el líder de Bildu, Arnaldo Otegi. Tras su discurso lamentando el "dolor" causado por la banda terrorista ETA se destapó la verdad: "Tenemos a 200 presos en la cárcel y si para sacarlos hay que votar a favor de los Presupuestos, pues votamos. Así de alto y de claro os lo digo", aseguró Otegi en un encuentro posterior celebrado en Eibar con seguidores de su partido. Algo, que no es nuevo, pues Sánchez ha estado concediendo beneficios penitenciarios a decenas de presos desde que llegó a Moncloa.

Pero mientras que salía a la luz el vídeo mostrando el chantaje más que evidente al Gobierno, el presidente, Pedro Sánchez, dejaba clara la postura del Ejecutivo en el Congreso de los Diputados a preguntas de Pablo Casado, negando, con un "no rotundo", la posibilidad de dicho intercambio.

Sin embargo, la crebilidad de Sánchez hace mucho que está en tela de juicio, sobre todo en lo que representa a Bildu, pues antes de su llegada a la Moncloa aseguró una y otra vez que jamás pactaría con la izquierda abertzale y finalmente lo ha hecho, dejando además, tras de sí un reguero de beneficios penitenciarios para alrededor de 300 reclusos de la banda terrorista.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha autorizado desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno la progresión al tercer grado o régimen de semilibertad de 25 presos de ETA, abriendo la puerta para que en 11 ocasiones la Justicia haya aprobado la libertad condicional, según los datos del Observatorio de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).

En la actualidad, 184 presos etarras cumplen condena en España -sin contar otros 20 en Francia-, de los que 73 tienen autorización para ser trasladados a cárceles del País Vasco. Al renunciar a la violencia el 20 de octubre de 2011, ETA contaba con 595 presos en las cárceles de España y otros 140 en Francia.

Sánchez ha liberado a 54 terroristas

Según los datos de la AVT, sólo desde mediados de 2018 la Justicia ha dejado en libertad por cumplimiento de la condena a 54 terroristas, el primero de ellos Joseba Galarraga el 11 de junio de 2018 y el último el pasado 27 de agosto, Agustín Almaraz.

Este miércoles, cuando se cumplen diez años del comunicado en el ETA que puso fin a la violencia terrorista tras sucesivas operaciones policiales, la AVT ha recordado en su cuenta de Twitter que llevan "mucho tiempo" avisando de que hay un pacto de "presos por presupuestos" entre el Gobierno de Sánchez y EH Bildu. "No los quieren cerca, los quieren libres", ha apostillado.

De hecho, desde este año ningún etarra cumple condena al sur de Madrid. La llegada de Pedro Sánchez al Gobierno en 2018 y de Fernando Grande-Marlaska al Ministerio del Interior suma 272 traslados correspondientes a 203 etarras, 73 de ellos autorizados para ir al País Vasco -de los que se han materializado 63-, así como otros 17 a cárceles de Navarra.

Más beneficios penitenciarios

Estos acercamientos llevan implícita la progresión desde el primer grado o régimen cerrado -el más estricto- hasta el segundo grado o régimen ordinario. Para 25 presos de ETA, el 12,3% de los presos trasladados de cárcel, Interior ha optado por la clasificación en tercer grado, entre ellos siete con delitos de sangre: Aitor Bores, José Ramón Foruria, Sebastián Echániz, Jesús María Martín Hernando, Ibon Etxezarreta, Luis María Carrasco y Mikel Arrieta Llopis.

El listado de los once presos de ETA que han alcanzado la libertad condicional desde que Sánchez es presidente es la siguiente: Aitor Bores, José Ángel Ochoa de Eribe, Gorka Fraile, Yagoba Codo, José Ramón Foruria, Fernando Alonso Abad, Oier Urrutia González, Anton Troitiño, Urko Labeaga García, Idoya Martínez García y Javier Aguirre.

La Audiencia Nacional revocó la decisión de Instituciones Penitenciarias de conceder el tercer grado al etarra Unai Fano Aldasoro, condenado a 20 años de cárcel, porque no apreciaba un "arrepentimiento expreso"

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este miércoles que la política penitenciaria no está condicionada por otras cuestiones con el apoyo parlamentario de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Estado. Según él, se cumple la ley penitenciaria en todo momento.

Sin embargo, el pasado 23 de septiembre, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional revocó la decisión de Instituciones Penitenciarias de conceder el tercer grado al etarra Unai Fano Aldasoro, condenado a 20 años de cárcel, porque no apreciaba un "arrepentimiento expreso" de los delitos cometidos y del daño causado.

300 crímenes si resolver

De hecho, esa es una de las principales cruzadas de las víctimas de la banda que llevan desde 2018 cuestionando el arrepentimiento al que alude Instituciones Penitenciarias al entender que se trata de escritos genéricos, y más teniendo en cuenta que ningún etarra ha colaborado con la Justicia para esclarecer alguno de los 300 crímenes sin resolver.

Sin embargo, parece que esa cuestión no es algo prioritario ni para el Gobierno ni para Otegi, que ha insistido en la necesidad de dar solución "a la existencia de más de 200 presos" de ETA y al "conflicto político de carácter nacional" , ha señalado en un artículo publicado en el diario 'Público'.

Aun así, el líder de Bildu sigue jugando al despiste, ya que una vez que se han desvelado las cartas con las que pretende jugar ahora lo niega. En una entrevista en Radio Euskadi, ha negado que su formación plantee que "suelten a los presos" para apoyar los Presupuestos Generales del Estado.

De hecho, ha recordado que ya apoyaron las cuentas el pasado y los presos no están en libertad. Sin embargo, eso no es del todo cierto, puesto que Sánchez abona religiosamente su cuota, los acercamientos y los beneficios penitenciarios son el pago permanente del Gobierno.