Tiempo, dinero y desidia del PP: los ingredientes del éxito futuro de Sánchez
El éxito de Pedro Sánchez pasa por la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, y desde PSOE aseguran que no quieren romper la coalición, la cual goza de "buena salud".
La consigna lanzada insistentemente desde el Palacio de la Moncloa tras la enésima trifulca entre PSOE y UP se resume en un recurrente "la coalición de gobierno goza de buena salud". Lo repitieron insistentemente desde el entorno de Pedro Sánchez en el transcurso de la reciente cumbre hispano-lusa, mientras veían las barbas de su vecino portugués pelar. Pero si en algo coinciden ambas formaciones es en que no quieren romper la coalición, ni pueden separar sus destinos por ahora. Unos y otros dan por hecho que lo harán, sí. Pero cada cosa a su tiempo.
Sánchez necesita tener sus Presupuestos aprobados y enviar a Bruselas señas inequívocas de que está en la senda de las reformas que se le recomiendan, mientras que Yolanda Díaz necesita reforzar su perfil político y reinventar una nueva plataforma electoral que permita ilusionar a un desencantado electorado de Unidas Podemos, atraer a quienes, desde sus respectivos territorios, ofertan opciones a la izquierda del PSOE con más fortuna que UP, y proyectarse ante el electorado como fuerza útil y necesaria dentro del espectro político español. Díaz necesita más tiempo si cabe.
¿Y qué hay de los eventuales socios de legislatura, con los que Sánchez sacará adelante los PGE (en el entorno del presidente no se contempla la posibilidad de no aprobar las cuentas, consideradas su punto de partida hacia su ansiada reconquista electoral)? Cada cual defiende sus intereses, pero todos coinciden en que no quieren ver a un Pablo Casado en la presidencia del Gobierno y en manos de VOX, que es la opción que señalan insistentemente las encuestas como más probable.
En el PNV aclaran que no le hacen ascos al PP, siempre que la contrapartida sea tan suculenta como lo ha venido siendo su apoyo a derecha e izquierda pero no si Casado está en manos de la ultraderecha de VOX. Desde ERC advierte uno de sus más destacados cargos que "por nosotros no será … nunca permitiremos que gobierne esta derecha si podemos evitarlo". Ni que decir tienen que Bildu está en la mismas tesis que ERC, aunque eso se complica con los intereses del PNV, que pretende seguir siendo el único partido de implantación exclusivamente vasca con capacidad de gobernar en su territorio e influir en el Gobierno de España.
La hoja de ruta de Sánchez pone en primer lugar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2022 y a continuación otras reformas exigidas desde Bruselas (reforma del mercado laboral y del sistema público de pensiones) que permitirán la llegada de los miles de millones prometidos por la UE.
"El presidente está totalmente convencido de que volverá a gobernar, tras las próximas elecciones"
Con eso y con el manejo de los 140.000 millones de euros procedentes de la UE, que -calculan en Moncloa- darán un gran impulso a la economía española ( el hecho de que no se haya producido esa recuperación con el vigor que se esperaba y que, no obstante, se haya consignado en los PGE, haciéndoles partir de premisas inexactas no les supone un problema, ni a gobierno ni a socios) se podrá aspirar a dejar en el olvido del votante los efectos de la tormenta perfecta que conforman el precio desbocado de la energía, la inflación y el desabastecimiento que provoca la falta de materias primas. Sostienen en los cónclaves monclovitas que "el presidente está totalmente convencido de que volverá a gobernar, tras las próximas elecciones" Y, como apostilla uno de sus principales colaboradores "él es el que más claro lo tiene".
En ese cóctel de la recuperación -apuntan en el entorno de Sánchez- el líder socialista cuenta también con "la propia torpeza del PP”, que actúa como si la victoria estuviese cantada y a la vuelta de la esquina. Señala un dirigente del PSOE que los populares "se dedican ya a pelearse entre ellos, entre los de Casado, en Génova, y el equipo de Isabel Díaz Ayuso … como si no tuvieran nada mejor que hacer. Se disputan el poder sin haberlo conquistado… han subestimado a Pedro Sánchez y eso nos favorece".
El tiempo dará o quitará razones, pero si hay Presupuestos y un cierto maquillaje a la reforma laboral, habrá dinero y dos años de margen para Sánchez. Del PP dependerá si subestiman o no al presidente del gobierno y si aciertan o yerran en su estrategia.