EEUU reclamó a Carvajal a España porque creía que quiso meterle un alijo en 2006
Su detención en España el 12 de abril de 2019 se basó en una nota de un folio en la que EEUU apuntaba tener "causa razonable para creer": ESdiario desgrana las anomalías que no vio Sánchez.
La detención en España el 12 de abril de 2019 de se basó en una nota de un folio en la que EEUU apuntaba tener "causa razonable para creer": que un alijo de 5,6 toneladas de coca interceptadas en 2006 en México tenía como destino su territorio.
Con esa conjetura, el avión con droga atribuido al exdirigente chavista nunca pisó EEUU, se inició su extradición. Tres días después EEUU dio un cambiazo a su acusación: sustituyó la nota-hipótesis por un informe de 11 folios con narcotestigos no identificados que tampoco le acusaban de ninguna operación concreta vinculada con EEUU, pero sí de conocer el uso de la droga por el chavismo para financiar a las FARC, hecho que intentó sin éxito denunciar en España.
Las anomalías "yanquis" sobrevuelan el extraño proceder del Ejecutivo de Sánchez
Si la primera acusación destilaba fabulación. La segunda fue dictada el 15 de abril por un gran jurado de Nueva York, que debió convocarse el fin de semana cuando los tribunales estaban cerrados, y tres días después de haber sido detenido Carvajal. En una sola sesión visaron todas las pruebas de la DEA. Tales anomalías yanquis sobrevuelan el extraño proceder del Ejecutivo de Pedro Sánchez en este caso.
En lo visible, el Gobierno dio luz verde a su extradición el 14 de junio de 2020, y reiteró el 3 de marzo de 2020. EEUU podía apreciar el gesto. Sánchez se mostraba presto a entregarle la cabeza de Carvajal.
Pero en la trastienda, se producían dos maniobras para tenerla bajo control: Interior borró la fecha real de solicitud de asilo de Carvajal, 1 de mayo de 2019, y la sustituyó por 13 de junio de 2019, para que pareciera posterior a la solicitud de extradición de EEUU, 10 de mayo de 2019. Interior denegó el asilo el 23 de septiembre de 2019. Pero no lo comunicó a la Audiencia Nacional ni al interesado hasta dos años más tarde. Y Justicia mintió a la Audiencia Nacional y al interesado, como publicó ESdiario. Les hizo creer en marzo de 2020 que la extradición estaba suspendida porque seguía tramitándose el asilo, resuelto seis meses antes.
Las acusaciones de EEUU presentan iguales sombras. La detención y extradición de Carvajal no arranca por una orden judicial de EEUU, sino por una nota de Interpol, que admite no tener probado ningún vínculo suyo con narcotráfico en EEUU. Una mera suposición de que eso podría ocurrir ("tener conocimiento o causa probable de creer que se importará" la droga a su territorio) le sirve como acusación. La orden judicial norteamericana de extradición se produce el 15 de abril de 2019, cuando Carvajal lleva tres días preso. Y reemplaza con un informe de 11 folios, léase cambiazo, la nota de un folio de Interpol.
Queda para un acto de fe en la justicia norteamericana cómo el viernes 12 de abril de 2019 es detenido Carvajal en España, y el lunes 15 de abril "un gran jurado federal convocado en la ciudad de Nueva York emitió una acusación de reemplazo". En pleno fin de semana, con la justicia paralizada, se localizaron los 16 miembros del jurado. Y ese lunes conocieron y avalaron todas las pruebas presentadas por la fiscalía norteamericana y la DEA contra Carvajal. Resulta interesante el lenguaje de EEUU. "Carvajal no ha sido juzgado ni condenado por ninguno de los delitos imputados en la acusación formal", aclaró.
Estados Unidos nunca aportó testimonios ni pruebas a España en su informe
EEUU nunca aportó testimonios ni pruebas a España en su informe. Los anunció. "Estados Unidos demostrará su caso mediante el testimonio de testigos". Y "proporcionarán pruebas y testimonios de que distribuyeron toneladas de cocaína de Venezuela a través de México y el Caribe a los Estados Unidos" y Carvajal les ayudó "a cambio de pagos sustanciales en dólares en los EEUU". Sin embargo, el informe no cita ningún alijo concreto introducido en EEUU, ni prueba de sobornos a Carvajal. Sólo alusiones a su conocimiento directo del uso de la droga como vía chavista para financiar o armar a grupos terroristas. Es justo el terreno que Carvajal deseaba denunciar en España, pero nunca halló interés en su testimonio.
Un único delito concreto le atribuyó la nota bendecida. Carvajal "conspiró el 10 de abril de 2006 para coordinar el transporte de 5.600 kilos de cocaína desde Venezuela a Toluca, México, que en última instancia estaba destinada a EEUU". Tal avión sufrió una avería y forzó su aterrizaje en Campeche. Nunca llegó a EEUU, ni probó ser su destino. Sus delitos no capitales prescriben a los cinco años, y los de terrorismo a los ocho años. Habían pasado 13 años del narcoavión cuando EEUU reclamó la entrega de Carvajal.
Que las pruebas yanquis eran papel mojado no es opinión de su defensa, sino de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional: "No se precisa qué hechos delictivos llevara a cabo Carvajal"; la acusación es una "descripción de hechos huérfana de determinación tanto local como temporalmente". Ni siquiera le sirvió la declaración del agente de la DEA por "abstracta e inconcreta". La lectura de los testimonios evidencia su nulidad. Se remontan a años remotos que prescribirían cualquier actividad ilegal. Se basan en testimonios verbales o suposiciones: una reunión con Chávez en 2005 para inundar de coca Estados Unidos; que entre 2005 y 2010 ayudó a desestimar pruebas judiciales contra las FARC; que en 2008 oyó cómo le ordenaban a Carvajal suministrar armas a las FARC; que en 2013 observó en una playa a hombres "cargando fardos de lo que parecía ser cocaína y escuchó a Carvajal decirles que se fueran"; que en 2009 Carvajal le declaró que "los militares venezolanos le habían proporcionado misiles tierra-aire a las FARC"…
EEUU admite que casi todos sus testigos son traficantes de drogas. Y a veces su relato es lo que uno dice que contó a otro: "El testigo 4 le dijo al testigo 5 que Carvajal estaba involucrado en la coordinación con los guerrilleros de la FARC". EEUU no oculta que sus narcotestigos "ahora están colaborando con el Gobierno". "La información del testigo 4 y del testigo 5 es coherente con el testimonio y las pruebas que se proporcionarán de otros narcofraficantes que ahora están cooperando con la investigación".
Pero EEUU no detalla la situación procesal de sus testigos: la condena o acusación qué pesa sobre ellos y qué ganan con su colaboración. Aparte de tal versión interesada, no aporta un solo audio, vídeo, documento escrito, transferencia… que confirme la oratoria de sus arrepentidos tras años de investigar a Carvajal por presunta conexión con la droga.