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Pablo e Isabel ya no pueden frenar su divorcio: se les ha ido de las manos

Cada día tiene su afán, y nuestro director enfoca su cámara sobre las noticias y personas que han llamado su atención. Para bien o para mal.

Casado y Ayuso.

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Decir que es un sinsentido que se peleen Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso por quién debe ser el máximo dirigente de su partido en Madrid no vale para nada. Las riñas internas de los partidos, como las separaciones matrimoniales, no se rigen habitualmente por normas de sensatez.

Tampoco sirve decir que ahora, cuando los sondeos sonríen al PP y con Pedro Sánchez haciendo de las suyas, tirar piedras contra el propio tejado sólo perjudica a ambos y beneficia a sus adversarios políticos. Olvídense: esto no se va a quedar así, cada vez se irá hinchando más.

Ya se sabe, cuando un líder tuerce algo el gesto, sus equipos retuercen el pescuezo a los del equipo de enfrente y al causante del malestar de su jefe. La pelea entre Sol y Génova está servida y no hay forma ya de frenarla.

Un historial de precedentes

Precedentes de jaleos personales en el PP los ha habido para todos los gustos. Por no remontarnos a la prehistoria de Manuel Fraga y Jorge Verstrynge, recordemos, por ejemplo, las luchas a muerte entre Eduardo Zaplana y Francisco Camps, las de Esperanza Aguirre versus Alberto Ruiz-Gallardón, o, cuerpo a tierra que llega el tsunami, el duelo de Soraya Sáenz de Santamaría con Maria Dolores de Cospedal. ¿Quién ganó?

Las filtraciones del "Señor Fuentes"

Leo ahora que alguien (supongo que el socorrido “señor Fuentes”) está pensando incluso en denunciar ante los tribunales el retraso en convocar el Congreso Regional de Madrid. Un día antes, aparecía publicado con grandes titulares que la presidenta de la Comunidad había bloqueado en Whatsapp a dirigentes regionales y nacionales de sus siglas que no le gustaban, entre ellos el secretario general del PP, Teo García Egea.

No doy crédito a que estas cuestiones tan ridículas las “filtren” importantes dirigentes populares. En fin, la idiotez crece con los años. Como la maldad de quienes son malos desde pequeñitos y ahora son más malos y más viejos. No me extraña que Ayuso haya dicho, harta, que ella no puede estar "a cuestiones de patio de colegio”.

Sin dar nombres, la presidenta de Madrid ha puesto el foco en aquellos mandatarios de su formación que siguen instalados en las “conspiraciones” de las Nuevas Generaciones, aunque los años hayan ido pasando para ellos mientras veían la calle desde las ventanillas del coche oficial.

A modo de reflexión general: que se pretenda que Ayuso sea la única presidenta autonómica (¡y de Madrid!) que no lo sea del partido es sencillamente insultante.

Mensaje desalentador

Además, el mensaje que se envía desde Génova 13 es muy equivocado y desalentador. Porque, nadie puede pensar que Isabel Díaz Ayuso quiera ser candidata a La Moncloa en las próximas elecciones.

Y si Pablo Casado es presidente, tendrá que seguir esperando. Con lo cual, tanta obcecación solo puede significar temor a que Sánchez vuelva a ser presidente en 2023 y tengas que irte y, entonces, la candidata "natural" (tras la permanente espantada de Alberto Núñez Feijóo) sea ella.

Y el remate ya: que además escacharren un tándem electoral ganador en Madrid, como es el de Isabel Díaz Ayuso-José Luis Martínez Almeida, por cuitas particulares, es para repensarse muchas cosas.

Pónganse cómodos y prepárense para el tonto espectáculo del Partido Popular, porque va a ser largo y entretenido.