Ferraz intenta contener la rebelión de sus barones aunque sin mucho éxito
La dirección del PSOE quiere que los líderes autonómicos del partido lleguen con una posición común a la reunión convocada por Feijóo para abordar la reforma de la financiación autonómica.
Ferraz está haciendo todo lo imposible para intentar contener la rebelión de los barones socialistas que han plantado cara al sistema de financiación autonómico, una vez que los próximos Presupuestos Generales del Estado han dejado al descubierto las desigualdades en el reparto de fondos. Un dato, más que significativo, Cataluña recibiría un 83% de financiación más que Madrid, per cápita, deja a las claras que el sistema debe ser reformado.
La cuestión es cómo y ahí es donde llega la división en el seno del PSOE que deja en evidencia una grieta difícil de salvar en el seno socialista ya que, como advirtió uno de los dirigentes díscolos, Emiliano García Page.
"Que nadie me ponga a prueba, entre los intereses de mi partido y los de mi tierra, siempre voy a poner por delante a los de Castilla-La Mancha", anunció solemne, al igual que su compañero de partido, el presidente aragonés, Javier Lambán, que este mismo jueves sentenció que defenderá "la posición de Aragón, diga lo que diga el partido socialista y diga lo que diga el Gobierno de España".
Sin embargo, la dirección socialista quiere que sus presidentes hagan frente común y así lo ha trasladado el portavoz de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Felipe Sicilia, una vez que los dirigentes regionales se sientan a la mesa ante la llamada de Ferraz.
Ferraz quiere un frente común para negociar la financiación
Sicilia ha intentado quitarle importancia al asunto y ha enmarcado en la "absoluta normalidad" la reunión con los presidentes autonómicos socialistas y ha insistido en la necesidad de un nuevo sistema de financiación autonómica desde el "consenso y el acuerdo".
Esta reunión de trabajo con los presidentes autonómicos llega después de que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara avanzara, durante el 40º Congreso Federal del PSOE de octubre, que uno de los objetivos en la nueva etapa del partido sería el de tratar de buscar una posición común en el partido sobre la polémica reforma del sistema de financiación.
En la misma línea se han mostrado desde el PSOE de Andalucía, liderados por Juan Espadas, que una vez que ha aterrizado en la Secretaría General del partido ha preferido no desmarcarse demasiado de la línea marcada por Ferraz.
De hecho, Espadas ha defendido la conveniencia, en su opinión, de que el PSOE llegue con una "posición única" al momento de la "negociación del conjunto de comunidades autónomas con el Gobierno" de España en torno a la reforma del modelo de financiación.
El secretario general del PSOE-A ha considerado que es "una reunión necesaria", y ha avisado de que "va a ser la primera de muchas más". Tras ello, ha señalado que "la forma de trabajar" en esta materia debe incluir, "además de la coordinación de presidentes autonómicos" socialistas "para fijar una posición común", también "analizar en el conjunto de los territorios cuál es la fórmula de reparto más justa, y llegar a esa negociación del conjunto de comunidades autónomas con el Gobierno con una posición única del PSOE, que es lo que me parece claramente más eficiente para alcanzar luego un acuerdo en el Congreso" de los Diputados, ha añadido.
Sin embargo, muy pocos confían en alcanzar un acuerdo en este sentido. De hecho, el propio Emiliano García Page ya avisaba esta misma mañana que su posición: "No consentir ser menos que nadie".
Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Asturias, Aragón y Cantabria coinciden en que prime el criterio de la dispersión de la población en la reforma del modelo de financiación autonómico
De hecho, este jueves apuntaba que más allá de lo que se hable en la mesa de Ferraz, lo importante será lo que se dirima en esta materia en la reunión a ocho bandas programada por Alberto Núñez Feijóo para el próximo 23 de noviembre con, además de los presidentes autonómicos socialistas, los líderes de Cantabria, Galicia y Castilla y León.
En esa cita fueron invitados los dirigentes de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Asturias, Aragón y Cantabria para hacer un frente común ya que comparten la petición al Ministerio de Hacienda de que prime el criterio de la dispersión de la población en la reforma del modelo de financiación autonómico que está preparando el Gobierno. Sin embargo, los presidentes socialistas de La Rioja, Concha Andreu, y de Asturias, Adrián Barbón, se desmarcaron de la iniciativa de Feijóo.
Los otros dos bloques
Al margen de este bloque , existen al menos dos frentes comunes más, con regiones también gobernadas por los socialistas, que a lo largo de estos días se han ido pronunciando sobre sus reclamaciones a la hora de ver cuál es el criterio que debe primar para reformar el modelo de financiación autonómica.
Uno de estos grupos está conformado por Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, conocidas como comunidades "infrafinanciadas" que defienden una reforma en la que se prime el criterio de población ajustada.
Por último, se encuentran Baleares, Cataluña y Madrid, que buscan una reforma del modelo de financiación autonómica que tenga en cuenta el denominado principio de originalidad en la aplicación de las medidas de nivelación.
La portavoz, Isabel Rodríguez, ha avisado este viernes que para llegar a un acuerdo sobre financiación autonómica hay que acabar con los frentes porque si se aborda de este modo está "perdida"
Mientras tanto, desde el Gobierno y ante la presión de sus propios barones se intenta reducir el ruido al respecto en busca de un bloque monolítico. La portavoz, Isabel Rodríguez, ha avisado este viernes que para llegar a un acuerdo sobre financiación autonómica hay que acabar con los frentes porque si se aborda de este modo está "perdida".
Por el contrario, ha pedido "tender puentes" ya que resulta más inteligente y más operativo buscar puntos de unión y un acuerdo que esté basado en la "solidaridad entre territorios" y la "igualdad de todos los españoles", en declaraciones a Espejo Público.
Sin embargo, parece algo difícil de alcanzar dado que las posturas son diametralmente opuestas y entre medias se cruzan los intereses del partido. Sánchez no quiere ruidos internos tras el cónclave socialista en el que intentó sembrar la paz con su abrazo a Felipe González, pero también las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina y con ellas los intereses de los barones socialistas se disparan. Ninguno quiere ser el perjudicado en el reparto de los fondos y que eso deje en evidencia su sumisión a Ferraz.