Ayuso y Almeida destilan unidad en su reencuentro avalados por las encuestas

Todos los focos estaban puestos en ellos. José Luis Martínez Almeida e Isabel Díaz Ayuso tenían una cita en la Catedral de la Almudena para celebrar el día de la patrona de la capital, en medio de la extraña batalla interna por el liderazgo del partido en la región. Una batalla de las que ambos intentan huir mostrando su buena sintonía, blindándose de las filtraciones interesadas y el ruido externo que les acecha en un momento en el que el partido no para de remontar en las encuestas.

Ambos han llegado a la madrileña catedral entre los aplausos de la multitud, se han saludado afectuosamente y han compartido algunas palabras, conscientes de la nube de periodistas que vigilaban cualquier gesto que pudiera suponer una brecha entre ellos. Sin embargo, ambos han insistido en el discurso que mantienen desde el principio, aseverando que su relación que es buena, y que los dos quieren lo mejor para la formación.

De hecho, el alcalde y, a la vez, portavoz nacional del PP, ha asegurado que hay "tan buen rollo" que no se tienen "bloqueados" en la red social WhatsApp, incluso ha aseverado que se han "mensajeado" por la mañana.

Martínez-Almeida ha reiterado que él es partidario de que el congreso del PP de Madrid debe celebrarse "cuando toque". Además, ha pedido a la Virgen de la Almudena que "ilumine" a los políticos para que sepan "afrontar la crisis económica y social".

Ha añadido que no tiene "miedo" de que se vea al 'tándem' madrileño como Caín y Abel, y ha añadido que "hay parábolas evangélicas mucho más adaptadas" a lo que son Ayuso y él. A los periodistas ha recomendado la parábola del buen samaritano.

Ayuso: "La situación es complicada, es evidente, pero lo importante es mirar hacia adelante. Pero va a acabar bien"

Por su parte, Ayuso ha reconocido este martes que existe una "situación complicada" en el PP de Madrid ante la celebración de su próximo congreso, si bien ha puntualizado que ella no busca "hiperliderazgos", y ha añadido que está convencida de que "todo acabará bien".

"La situación es complicada, es evidente, pero lo importante es mirar hacia adelante. Pero va a acabar bien, porque estoy trabajando de la misma manera, centrada en la Comunidad, dándole a mi partido amplias mayorías, y dando sensatez y resultados, empleo, bajar impuestos. Si sigo así, todo acabará bien", ha zanjado.

Díaz Ayuso ha señalado que ella "nunca" ha pretendido hiperliderazgos, y en este punto ha precisado que "siempre" hay que ceder "todos" para lograr un entendimiento. En este punto ha dado a conocer que habla "prácticamente todos los días con los dirigentes" de su partido.

El congreso, cuando decida Génova

Ha reiterado que "siempre" ha manifestado lo mismo sobre el congreso del PP madrileño, esto es, "que se celebre cuando decida la nacional". "Soy respetuosa, creo que es mejor para todos que se celebre pronto", ha añadido.

Así, ha señalado que "cuando llegue la fecha", dará el paso adelante "con alegría, ilusión", queriendo "unir la casa" y llevarla a "amplias mayorías". "No he dicho otras cosa, soy respetuosa con los tiempos, quiero unidad, y solo desde esta posición se puede conseguir, sin imponer, y sin decir nada más. Si buscan en mis declaraciones no encontrarán otras cosas", ha explicado.

Ayuso quiere un congreso pronto para preparar las elecciones, mientras que existen recelos de que la presidenta quiera desbancar a Casado, algo que siempre ha negado de forma rotunda

El debate radica en que Ayuso quiere poner cuanto antes al PP de Madrid en hora, ante el ciclo electoral que se avecina con municipales, autonómicas y generales en el plazo de dos años . De ahí que defienda un congreso regional lo antes posible.

Sin embargo, tal y como ya relató ESdiario, hay quien parece temer que algunos dirigentes madrileños pretendan aprovechar el trasatlántico del PP madrileño para lanzar Ayuso a competir con Casado en unas hipotéticas primarias para la candidatura a la Presidencia del Gobierno en 2023.

En la otra orilla, sin embargo, se ven las cosas de manera bien distinta e insisten en que jamás se ha vetado a Ayuso para presidir el partido, sino que lo que ha 'molestado' es su anuncio en plena víspera de la Convención Nacional del PP en Valencia, de su precandidatura que oscureció un poco el gran momento preparado para Pablo Casado, a lo que siguieron algunas filtraciones interesadas que acrecentaron el ruido en torno a una guerra interna que tanto Almeida como Ayuso pretenden evitar.

Mientras tanto, lo que parece más que obvio es el apoyo de los madrileños a Isabel Díaz Ayuso. Según una encuesta sobre intención de voto de Sigma 2 para 'El Mundo'. La candidatura de Ayuso atraería el 46,2 por ciento de las papeletas, casi un punto y medio más que las que obtuvo el pasado mes de mayo. Esto supone que la dirigente conseguiría un diputado más, hasta 66, si hoy se celebrasen elecciones autonómicas, quedándose a tres de la mayoría absoluta.

Además, Ayuso aparece en el sondeo como la líder mejor valorada en la Comunidad de Madrid, con un 5,7 sobre 10. Le sigue Mónica García (Más Madrid), con un 4,7; Juan Lobato (PSOE), con un 3,8; Rocío Monasterio (Vox), con un 3,5, y cierra el listado Carolina Alonso (Unidas Podemos), con un 3.

En la misma línea, El Mundo también ha publicado un sondeo similar respecto a la situación de Almeida en el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP también resultaría el partido más votado por los madrileños, creciendo con fuerza.

De hecho, el alcalde de Madrid conseguiría mantenerse como regidor si hoy se celebrasen elecciones municipales al pasar de 15 a 22 ediles pero seguiría necesitando a otras formaciones como Vox, que conservaría los mismos números, y Cs, que se desplomaría dejándose siete ediles por el camino, los mismos que sumaría el PP.

De esta manera, queda clara la preferencia de los madrileños en favor del PP. El tandem Almeida-Ayuso funciona a la perfección, y ellos así lo intentan demostrar cada vez que pueden, por lo que muy pocos entienden cómo se ha abierto una brecha en el seno del partido cuando está en su mejor momento y tienen un objetivo común: desalojar a Sánchez de La Moncloa.