El PP espera una "reconciliación" de Casado y Ayuso pero nadie sabe cuándo
Génova y la Puerta del Sol emiten tibios signos de distensión tras la tormenta y se especula con una imagen de ambos juntos, pero lo cierto es que nadie se moja oficialmente.
El "globo" de la polémica interna en el PP se ha desinflado en las últimas 48 horas, pero falta por saberse si es una tregua temporal o ha pasado del todo. Tanto en Génova como en la Puerta del Sol quieren pasar página, según apuntas fuentes de ambos "frentes" a ESdiario, aunque falta por saber si esos deseos se harán realidad o las aguas volverán a agitarse en fechas venideras.
El Congreso popular en Castilla-La Mancha ha sido el escenario donde esa calma chicha se ha escenificado, quizá con la boca pequeña, y sin una renuncia expresa de nadie a sus posiciones: Génova no veta a nadie, y menos a Ayuso, insisten. Y Ayuso, que repite una y otra vez su fidelidad hacia Casado, no renuncia ni a presidir el PP madrileño ni a hacerlo cuanto antes.
Probablemente el desenlace sea un "ni para ti ni para mí": Ayuso acabará por presidir el partido... pero lo hará con el calendario previsto, no antes de la primavera. La distensión por agotamiento, o por la certeza de que la batalla no ha gustado a nadie ni beneficia a nadie, han encontrado en La Mancha un cierto punto de encuentro. Pero ya se verá.
De momento, el presidente popular a despedido el Congreso de reafirmación de Francisco Núñez como rival del intratable Emiliano García-Page, un rocoso rival hasta en los peores momentos del PSOE; sin hacer mención al conflicto: Ayuso no ha aparecido en su discurso, y la trifulca madrileña, con más profundidad de la que ya parece, no ha aparecido en sus palabras, dirigidas casi por completo a Pedro Sánchez.
Profecía para Sánchez
"Tienen que parar esto como sea, es una locura", explica a este periódico un senador popular con trienios que, como tantos, prefiere no dar su nombre en público para evitarse problemas. Que es lo que ha hecho el propio Casado en su alocución, plena de entusiasmo y ajena a controversias internas.
Después de que en la jornada sabatina el secretario general del partido, Teodoro García Egea, apelara a la "unidad" para referirse de forma velada a la situación; de que Isabel Díaz Ayuso reclamara celebrar el Congreso madrileño lo antes posible para "evitar desgaste"; y de que barones 'populares' como Alfonso Fernández Mañueco o Juanma Moreno optaran por un perfil bajo y conciliador a la hora de referirse a la situación, este domingo Pablo Casado apenas ha hecho referencias a este extremo.
Casado ha animado es esta línea a los miembros del PP allí reunidos a soñar y pensar "a lo grande", así como a decir que el PP "merece la pena": "Que lo que hicimos, que fue transformar España dos veces, volveremos a hacerlo y lo haremos de la mano de los mejores".
Todo el mundo en el PP está cansado de este conflicto, pero casi nadie se atreve a augurar cómo terminará
"Vayamos a los nuestro que estamos haciendo lo que tenemos que hacer, que es servir a los españoles, construir una mejor España y dedicarnos a resolver los problemas a aquellos que nos pagan un sueldo", ha afirmado el presidente del PP.
El líder de la oposición ha tenido tiempo para referirse a las últimas encuestas publicadas y que otorgan al PP un resultado levemente por debajo de otros sondeos. "Es la primera vez que un Gobierno en La Moncloa en sólo dos años es 'sorpassado' por la oposición, y eso a pesar de las trampas del poder", ha aseverado como profecía sobre el Gobierno socialista.
Ha insistido en este punto en que la preocupación del PP "no son las encuestas", y ha presumido de un partido sólido "que gobierna en Europa, en seis autonomías y que va a ganar las próximas elecciones generales, sean cuando sean".
¿Una foto con Ayuso?
Todo el mundo quería oírle hablar de Ayuso, pero ese momento no llegó. Sí puede hacerlo, en breve, una fotografía de unidad que presentaría a la jefa de Madrid y al jefe del partido juntos, como si nada, aunque lo cierto es que no hablan desde hace semanas. Aquellos tiempos de desayuno semanal han pasado y, aunque en sus entornos se insiste en su amistad inquebrantable, todo indica que algo se ha roto. La duda ahora es si se reconstruirá algún día o si el daño es irreversible.
Nadie confirma oficialmente ese posible encuentro, aunque desde ambos "bandos" se emiten mensajes de concordia aparente que pueden tener en el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, a una especie de hacedor.
"Quienes vean a Almeida como un delegado de alguien se equivocan. Él tiene voz y criterio propios y sabe lo que quiere y lo que no", explican a ESdiario en su entorno más cercano. Unas palabras que valen para todo y que también dejan abierta una incógnita sobre sus próximos pasos. Sean los que sean.