Los cuatro frentes que achicharran ahora a Marlaska en su caos total en Interior

Otra semana difícil para el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, al que los escándalos y problemas se le acumulan poniéndole en la picota. Si sorprendente fue que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se desprendiera de él en su remodelación de Gobierno pese a estar ya ‘quemado', en el PSOE vuelve a cundir la preocupación por el "caos en Interior".

El escándalo de la cárcel de Villena, con la detención de la subdirectora por inventarse una agresión tras haber sido defendida públicamente por el ministro sin esperar a la investigación pertinente, y las protestas de los policías por la polémica reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, son los nuevos frentes que se le abren a todos los clásicos que ya tienen.

La detención de la subdirectora de Villena

La subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena (Alicante) fue detenida este miércoles por la Guardia Civil por inventarse que sufrió una agresión a manos de cinco encapuchados cuando salía de su casa en Benidorm, el 6 de septiembre, horas antes de que tuviera que declarar contra tres funcionarios a los que se investigaba internamente por la reducción de un preso el 16 de agosto.

El propio ministro del Interior, como el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Ortiz, defendieron públicamente a la funcionaria, convertida en víctima, a raíz de las informaciones difundida, sin esperar a ninguna investigación. El departamento envió un comunicado en el que se tildaba la presunta agresión como “brutal ataque” y se mostraba la indignación y el rechazo. Ahora resulta que la agresión es falsa y los funcionarios piden la cabeza de Marlaska.

La reforma Ley de Seguridad Ciudadana

Diez organizaciones policiales y de guardias civiles respaldaron este lunes la creación de la plataforma 'No a la España insegura', que trata de canalizar el rechazo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la reforma de Ley de Seguridad Ciudadana pactada por PSOE y Podemos, la conocida por sus detractores como Ley Mordaza. Proponen un calendario unificado de movilizaciones que incluye la protesta del 24 de noviembre frente a las delegaciones del Gobierno y la del 27 de noviembre en Madrid convocada por Jusapol.

Las organizaciones coinciden en que la reforma de la ley, actualmente en tramitación parlamentaria, crea indefensión en los miembros de las fuerzas de seguridad y rebajará la presunción de veracidad de los uniformados.

Entre las modificaciones planteadas por el Gobierno -PSOE y Podemos han pactado 52 enmiendas a la ley de 2015- figura que deje de ser infracción grave la toma y difusión de imágenes de las fuerzas de seguridad o que se permitan las manifestaciones espontáneas. Un invierno caliente para Marlaska con los agentes en la calle protestando contra la gestión del Gobierno y contra él ministro como su máximo responsable.

Cadena de fallos: crimen de Lardero

El asesinato de un niño a manos de un condenado que disfrutaba del tercer grado ha dejado al ministro muy tocado. Se concedió el tercer grado a Francisco Javier Almeida pese al rechazo mayoritario de la Junta de Tratamiento de la cárcel. Detrás de esta concesión podría estar la promesa de pluses de dinero a los directores de prisiones que concedan más terceros grados o libertades provisionales.

Marlaska insiste en defender el tercer grado al asesino de Lardero mientras PP y Vox le recuerdan que el autor del crimen del pequeño Álex consiguió la libertad condicional gracias a esa medida de Instituciones Penitenciarias, que depende directamente del ministro de Interior.

Los acercamientos a etarras

Esta misma semana se ha confirmado que Marlaska ha completado casi el centenar de terroristas de ETA trasladados al País Vasco o Navarra y que ha aprobado estos últimos días cuatro nuevos cambios de prisión. Ninguno de los etarras además se ha arrepentido o colaborado con la justicia.

Desde que el PSOE llegó al Gobierno y empezaron los cambios en la política penitenciaria, se han producido un total de 277 traslados correspondientes a 202 etarras. De ellos, 94 con rumbo al País Vasco o Navarra. En concreto, 77 a cárceles vascas y 16 a centros penitenciarios navarros, incluidos los cuatro nuevo conocidos.

En estos momentos, todos los presos de la organización terrorista ETA están ya internos en cárceles ubicadas a menos de 200 kilómetros de su residencia. Marlaska sigue insistiendo en que no hay política de dispersión y se limita a cumplir la ley, pero muchos recelan y ven detrás de esto el pago de los pactos con Bildu tanto para gobernar Navarra como en el Gobierno de España.