Montero 'celebra' el día contra la violencia machista enfrentada al feminismo

Irene Montero celebra este jueves el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres con una importante división en el seno del feminismo. La redacción de la Ley Trans tiene encendido a medio movimiento, que considera que pone en peligro a las mujeres, mientras que la otra parte saldrá a las calles a manifestarse, a pesar de que el virus vuelve a estar en ascenso. Mientras tanto ella mira hacia otro lado.

De hecho, el movimiento feminista ha convocado manifestaciones y concentraciones en, al menos, seis comunidades autónomas: Baleares, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Galicia, Murcia y Navarra. Estas convocatorias se producen en la misma semana en la que algunas regiones están poniendo en marcha o estudiando nuevas medidas restrictivas en relación a la Covid-19, por el aumento de la incidencia.

Pero al margen de las movilizaciones convocadas, la fractura en el seno feminista es evidente. La ministra de Igualdad se ha ganado el rechazo de varias asociaciones debido al cambio que pretende incluir en la nueva Ley Trans que afectará de lleno a la Ley contra la Violencia de Género. Montero pretende reconocer nuevas formas de esa violencia con la llamada al reconocimiento de las identidades de género, un reconocimiento no del todo bien visto por las mujeres, ya que ven en este cambio una vulnerabilidad hacia ellas.

En este contexto, diferentes organizaciones feministas advierten de las consecuencias de sustituir el término género, o "los estereotipos y mandatos impuestos a cada sexo" por el de sexo, que, según apuntan, es "biológico e inmutable".

Alianza contra el Borrado de las Mujeres

"Si el género sustituye al sexo, la mismísima Ley Integral de Violencia de Género deja de ser un texto de protección a las mujeres", advierten las entidades que forman la Alianza contra el Borrado de las Mujeres.

Aunque este es un debate que ya lleva tiempo dentro de los entornos feministas, no se ha popularizado para el resto de la ciudadanía hasta que se inició la tramitación de la conocida como Ley Trans, en la que se incluyó la autodeterminación de género que este colectivo reclama.

Por esta medida, una persona podrá modificar su nombre y su sexo en el DNI con el único requisito de su voluntad expresa. El objetivo de esta iniciativa es despatologizar este trámite, pues, actualmente, una persona trans necesita ser diagnosticado por un psiquiatra de disforia de género para acceder a un cambio en la documentación.

En contra de que el género sustituya al sexo

La Ley Trans, actualmente en trámite, es considerada por parte del movimiento feminista como una norma "contra las mujeres". La Alianza contra el Borrado de las Mujeres, que han pedido la dimisión de Montero, ha advertido de que con la aprobación de la autodeterminación de género leyes como la de Violencia de Género o la de Igualdad se "anulan" y "desactivan".

"Si el género sustituye al sexo, la mismísima Ley integral de violencia de género deja de ser un texto de protección a las mujeres dado que estas ya no serian el sujeto jurídico de la norma que pasaría a incluir también a los varones que digan que 'se sienten' mujeres", advierte la organización.

Es por eso que desde esta entidad critican que desde el Gobierno se "pretenda sustituir jurídicamente el sexo registral de las personas por el género sentido por cada cual".

Sin embargo, la ministra prefiere obviar esta división existente y ha llamado a la unidad de todos, sin tener en cuenta esta reclamación que llevan enarbolando meses algunas feministas históricas. "La sociedad, las instituciones, las mujeres, el conjunto de la población, debemos estar juntas, unidas sin fisuras, en la lucha contra todas las violencias machistas", ha zanajdo Montero.