Abascal acelera la estrategia de Vox y pedirá presencia en los futuros gobiernos
El partido verde se prepara para dar un salto en su estrategia para los próximos meses, una vez que los sondeos consolidan su papel imprescindible para la alternativa a "Frankenstein".
Vox cierra etapa y abre etapa nueva. El partido verde, la tercera fuerza nacional, se dispone a inaugurar una nueva fase estratégica en su corta historia de éxito en la política española. Santiago Abascal ha decidido diseñar y activar en los próximos meses una especie de Plan 3.0 que pasa por presentar su proyecto no solo como la "muleta" del PP para contrarrestar a la alianza de izquierdas gubernamental, sino para preparar a los dirigentes de la formación en la gestión de próximas instituciones autonómicas y municipales.
La enmienda a la totalidad contra los presupuestos de Juanma Moreno en Andalucía es el primer paso para visualizar a Vox como factor clave no solo para construir alternativas sino también para gobernar, con la vista puesta en los ejecutivos que se han de constituir en 2023.
Se trata, según las fuentes consultadas por ESdiario en fuentes del equipo de Abascal, de sustituir a Ciudadanos en los bastiones populares con ejecutivos de coalición como Castilla León, Murcia, o la propia Andalucía. O en comunidades estratégicas en las que jugarán un papel decisivo, como la Comunidad Valenciana.
La primera pista de esta nueva estrategia ha puesto el foco en Sevilla y en el posible salto a la política andaluza de la secretaria general del grupo parlamentario en el Congreso, Macarena Olona, tal vez la dirigente de Abascal con mayor grado de conocimiento y de valoración en todo el caladero de votos del centroderecha.
"La Ayuso de Vox", resume gráficamente a este periódico un estrecho colaborador de Abascal. De hecho, todos los tracks (sondeos) internos que llegan a la sede de la formación coinciden en que Olona doblaría la actual representación en el Parlamento andaluz y la haría imprescindible en la investidura del nuevo presidente. Por activa o por pasiva.
Abascal, en el Congreso, junto a Ortega, Olona y Espinosa de los Monteros.
Madrid será el otro gran eje de la hoja de ruta que prepara Abascal. Con el otro gran activo político con trascendencia nacional que tiene Vox: Rocío Monasterio. A quien un sector de la dirección querría ver encabezando la lista al Ayuntamiento de Madrid. Monasterio podría aspirar así a convertirse en vicealcaldesa de José Luis Martínez Almeida a partir de las próximas elecciones, ocupando el espacio que ocupa ahora Begoña Villacís.
Relevo de lideres regionales
La estrategia diseñada por Abascal pasa por reforzar la imagen internacional del partido -en esto lleva ya varias semanas-, en "dulcificar" ciertas actitudes propias de la primera etapa cuando irrumpió en el Congreso, y en "apretar las clavijas" mucho más al PP.
Otra pata del plan pasa por buscar nuevos perfiles en aquellas comunidades o grandes capitales en las que lideran Vox, dirigentes de la primera hornada, en los que su principal credencial es la cercanía a Abascal. Caso paradigmático es la Comunidad Valenciana donde la formación es decisiva para el cambio. El PP no puede gobernar ni en la Generalitat ni en el Ayuntamiento de Valencia sin su apoyo según las últimas encuestas.
La marca verde está al alza, aunque los dirigentes en tierras valencianas no tienen el punch ni el conocimiento de los electores como el de sus superiores a nivel nacional. Lo juegan todo al tirón de la marca más que a las personas, por lo que desde Madrid se buscan perfiles más potentes para intentar afianzar y reforzar el voto. Por ahí pasa el Vox 3.0. Porque Abascal quiere pasar de las musas al teatro.