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La Constitución, objetivo inminente de Junqueras y Otegi tras maniatar a Sánchez

La Carta Magna cumple este lunes 43 años. Más amenazada que nunca por el plan de los socios del Gobierno para la recta final de la Legislatura.

Sánchez junto al Rey Felipe VI.

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Fue en octubre, en su discurso de clausura del 40 Congreso Federal del PSOE cuando Pedro Sánchez clamó contra el PP por vetar la reforma de la Constitución para algo tan sencillo, según el presidente del Gobierno, como eliminar del texto constitucional el término "disminuidos".

Las críticas de Sánchez, como en tantas otras ocasiones, tenían trampa. Porque esa sencilla reforma de la Carta Magna abriría de inmediato el melón que planea partir por la mitad la mayoría Frankenstein, la de tumbar el texto de 1978 para introducir el derecho de autodeterminación, derogar el modelo autonómico y, de paso, tocar todo el aparataje constitucional relacionado con que la Corona siga ejerciendo como la Jefatura del Estado de España. Es decir, introducir el tan exigido -por Pablo Iglesias- referéndum entre Monarquía o República.

Tanto el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras; como el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, no se cansan de repetir que la actual coalición progresista de PSOE y Podemos abre una "ventana de oportunidad" para sus objetivos independentistas. Y es que su plan es derogar la Carta Magna, de la que este próximo lunes se cumplen 43 años.

Aizpurúa (Bildu): "Si hay que modificar la legislación que impide las aspiraciones de la mayoría de la sociedad, habrá que cambiarla"

Su primer paso, denigrarla junto a Podemos. De ahí que en el Congreso este nuevo 6-D no estarán presentes ninguno de los aliados de Pedro Sánchez. No es que vayan a vetar el solemne acto Esquerra y Bildu; al boicot se sumarán PNV, Compromís, Junts, BNG, Más País y PDeCAT.

El abrazo entre Junqueras y Otegi, la pareja que mueve los hilos de la legislatura hasta 2023.

PP y Vox se han conjurado para frenar de raiz cualquier intento de abrir un debate sobre la reforma de la Carta Magna en lo que queda de mandato de Sánchez, que el Gobierno puede plantear en la recta final de la legislatura, el momento más oportuno porque cualquier cambio debe votarse posteriormente en referéndum tras previa disolución de las Cortes Generales.

En los últimos meses, el propio Junqueras ya ha esbozado su exigencia: un referéndum pactado a la escocesa. A la que se suma la intención del PNV de relanzar en los próximos su plan de reforma del Estatuto de Guernica para incluir el "derecho a decidir". Una reedición 2.0 del Plan Ibarretxe. Pero ninguna de las dos vías tiene encaje legal en la vigente Constitución.

Y en este marco, Otegi destapó en junio el verdadero objetivo de la alianza de facto que ha constituido con Junqueras: la demolición de la Carta Magna. Mertxe Aizpurua, la mano derecha del líder batasuno en Madrid ha advertido de que si la Constitución "va a ser el traje que encorsete" la solución al "conflicto" en Cataluña, "habrá que cambiarla".

Es más, la portavoz de Bildu ya ha trasladado en varias ocasiones a sus interlocutores del Gobierno que si el marco jurídico constitucional vigente es un obstáculo a sus planes, habrá que "adecuarla a las necesidades de la mayoría social".

"Si hay que modificar la legislación que impide las aspiraciones de la mayoría de la sociedad, habrá que cambiarla. Es una cosa de sentido común". Palabras mayores.