Sánchez manda al Vaticano a la ministra que se cargó la Religión
La exministra ocupará, siempre que acepte el Vaticano, uno de los cargos más reconocidos en la carrera diplomática
ha propuesto a la exministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, como nueva embajadora del Vaticano, con el fin de buscarle un nuevo lugar fuera del Gobierno. Un cargo para que el que la Santa Sede debe dar el visto bueno antes de acceder al mismo y que será una decisión que estará marcada por el ataque a la asignatura de religión que la exministra hizo con la famosa 'Ley Celaá'.
El proyecto de la ley orgánica educativa que impulsó la exministra de Educación y Formación Profesional quitó la obligación de cursar una materia alternativa a la Religión, además de su calificación, que hasta ese momento se tenía en cuenta en la nota media para adquirir becar o para los procesos de acceso a la universidad. Un retroceso en el peso de la asignatura que ha provocó malestar en diversos sectores.
La noticia, a la espera de la respuesta de la Santa Sede, ha sido recibida con sorpresa en el Episcopado español, que no esperaba un nombramiento así. "No sabemos a qué atenernos, si es un desafío o un intento de mostrar una cara 'católica' ante Roma", han dejado caer, haciendo mención al catolicismo practicante de Celaá.
Las relaciones con la Iglesia las ha asumido en la actualidad el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que deberá gestionar una situación de gran tirantez con la Conferencia Episcopal. Los asuntos a tratar se abordarán en tres subcomisiones (los bienes inmatriculados y que puedan ser reclamados por sus legítimos propietarios; el pago del IBI por los inmuebles que no se dedican al culto y la Obra Pía de Roma).
El gran asunto que se le atraganta al PSOE desde hace años es la revisión de los acuerdos con la Santa Sede. La revisión de los acuerdos con el Vaticano es una histórica promesa del PSOE, pero que no figura en el acuerdo programático sellado con Unidas Podemos, que reclama renegociar los acuerdos.
De ministra de Educación al Vaticano
Celaá estuvo al frente del Ministerio de Educación hasta el pasado mes de julio, cuando Sánchez acometió una amplia remodelación de su Gobierno que implicó su sustitución al frente de ese departamento por Pilar Alegría.
Si todo sale como espera el presidente del Gobierno, Celaá pasará ahora a ocupar una de las posiciones más reconocidas y deseadas dentro de la carrera diplomática. Relevará al frente de la embajada española a la diplomática María del Carmen de la Peña, que presentó sus cartas credenciales al papa Francisco hace justo tres años.