La familia de Canet alza la voz: “Hay que dejar de tragar y ser valientes”

Después de cinco días desde que se conoció la campaña de señalamientos y acoso hacia un niño por haber pedido un 25% de clases en castellano, la familia del menor ha roto su silencio. En una carta pública, han agradecido los apoyos de una parte de Canet del Mar (Barcelona) y de toda la ciudadanía española.

En el comunicado, la familia dice que llevaba "tiempo debatiendo" si pedir la escolarización bilingüe para el niño y que, tras la exigencia del Tribunal Supremo a la Generalitat de que garantizase que el 25% de las clases fuesen en castellano, dieron el paso de exigir este derecho. "Si los Gobiernos incumplen la ley, los ciudadanos podemos reclamar nuestros derechos ante los Tribunales. Es lo normal en una democracia. Y nos gusta que el sistema funcione”, recalcan.

En la carta recalcan lo difíciles que han sido estos días, tanto para los padres como para el niño y animan a que otras familias sigan sus pasos y reclamen sus derechos: “Sentir el odio, la intimidación, las amenazas, el señalamiento en la propia piel es muy duro. Hemos tenido ganas de llorar muchas veces (...) Hay que dejar de tragar y tragar y tenemos que ser capaces de ser valientes para decir lo que uno piensa, levantarse para hacerlo y reclamar democráticamente nuestros derechos. Es tiempo de construir una escuela de todos, inclusiva de verdad”.

La familia señala de forma tajante al gobierno de Aragonés, a quien acusa de mentir "cuando explica que el modelo legal en Cataluña es el de inmersión lingüística”. Según dice la carta, ellos creen que el independentismo les ha atacado, señalado y culpado, solo para defender sus intereses independentistas.

Sentir el odio, la intimidación, las amenazas, el señalamiento en la propia piel es muy duro. Hemos tenido ganas de llorar muchas veces

"El derecho a una escolarización bilingüe se nos reconoció en el mes de octubre y el Govern ha considerado ahora que era el momento de interrumpir la “calma tensa” después del procés, agitar las banderas, convocar manifestaciones de protesta y señalarnos como culpables de querer acabar con el catalán. ¡A nosotros!", denuncian.

Unas palabras que van especialmente dirigidas al conseller de Educación Josep Gonzàlez-Cambray, quien ha despreciado a la familia quitándoles el derecho a ser defendidos como ciudadanos catalanes y acudiendo al colegio a “incendiar” la escuela. Algo que pudo fomentar el señalamiento de la familia. "¿Por qué ha venido en la escuela de Canet a protestar por su aplicación y lo ha hecho ahora y no en los casos otros padres? ¿Quiere calentar el ambiente para las protestas? No podemos darle las gracias por atizar sentimientos de odio entre la población porque nuestra familia está sufriendo”, ha subrayado la familia.

Lejos de mostrar una supuesta repulsa al catalán, como trata de hacer creer buena parte del independentismo, la familia deja clara su postura con el idioma cooficial de la comunidad: "Amamos y disfrutamos de la gran riqueza que comporta para nosotros (el catalán), como individuos y como sociedad. Pero somos bilingües, y también amamos el español. Nuestra motivación no es otra que el español también forme parte de la actividad educativa, con normalidad, del mismo modo que en la sociedad catalana. Y por eso es mejor tener dos lenguas vehiculares que una”, han defendido.

La Generalitat responde con mas imposición

Lejos de desmarcarse de la postura adoptada durante estos días de pasividad y de alentar al señalamiento de la familia, el gobierno catalán ha decidido seguir presionando e imponiendo el catalán sobre el castellano. La última ha sido la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que el conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, sea el que asuma la dirección de los centros catalanes.

Sería así un responsable absoluto de la educación en todos los colegios e institutos e impondría el catalán como lengua vehicular frente a la resolución del TSJC de impartir el 25 % de materias en castellano. Lo ha dicho en una entrevista en Ràdio 4 de RNE y en La 2 de TVE, quien ha lamentado que el conseller haya dicho que su departamento no puede interceder en el caso de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar porque el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya se dirige directamente a la dirección del centro educativo. Intentan hacer ver, por tanto, que como no tiene el Govern no tiene las competencias totales del colegio, no puede hacer nada con el caso de Canet.

Una manera de lavarse las manos que ha justificado diciendo que la única vía de actuación está en la toma de control de todos los centros educativos: "Es imposible que no podamos hacer nada, hay que poder hacer cosas. Por ejemplo, asumir la dirección del centro para descargar de presión a los profesionales (...) Lo hizo Clara Ponsatí el 1 de octubre”.