La 'sexta ola' ya no es un tsunami: los datos que ponen freno a la alarma
Los datos de incidencia están disparados, pero con la llegada de las vacunas ya no es el único indicador que sirve para analizar la gravedad de la pandemia. Hay que ir más alla.
La pandemia vuelve a marcar de nuevo las navidades. La 'sexta ola' ya está azotando con virulencia por lo que Sanidad ha optado por aprobar la administración de la tercera dosis de refuerzo a los mayores de 40 años, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, una vez que la variante ómicron ha llegado para quedarse.
Su mayor índice de contagio, al que aluden todos los expertos, hace temer que la expansión del virus se acreciente aún más, mientras que la pandemia alcanza cifras preocupantes, puesto que la incidencia acumulada a 14 días llega a los 492 casos por cada 100.000 habitantes; la tasa de ocupación de camas hospitalarias es del 5.35% con 6.682 pacientes ingresados; la de UCIS del 13.92% con 1.292 ingresados; la tasa de positividad al realizar pruebas de detección alcanza ya el 12.24% y la cifra de fallecidos en los últimos siete días llega a los 195.
Mientras tanto, desde el Gobierno, al margen de la aprobación de la tercera dosis de refuerzo se prefiere mirar hacia otro lado, siguiendo la tónica habitual. Sánchez y Carolina Darias vuelven a apostar por la cogobernanza, que no es más que dar rienda suelta a que los españoles no tengan claras las medidas a seguir. 17 comunidades y 17 pautas distintas.
De hecho, los dirigentes autonómicos han ido realizando sus propuestas y afrontando la pandemia como pueden o, como les dejan los tribunales, ya que la implantación del pasaporte covid está en manos de la Justicia, sin que haya una pauta clara. Además, pese a que los expertos del Ministerio de Sanidad ya han recomendado reducir los comensales de las cenas navideñas, se mira para otro lado.
Sin embargo, pese a los datos de contagios y de la incidencia, esta ola no tiene nada que ver con la de las navidades pasadas. Su virulencia es mucho menor y para ello solo hay que fijarse en unos datos que dejan claro que la vacuna funciona y que sirve para atenuar las consecuencias de la enfermedad.
Las vacunas funcionan
Según los datos que elabora el Ministerio en los que detalla las diferencias entre las personas que se han vacunado y las que no, se hace notar la importancia de las inoculaciones y sirven para analizar mucho mejor la evolución de la pandemia que el dato de la incidencia acumulada, que pese a que sigue disparada no refleja la gravedad de la situación.
Así, se puede comprobar que de entre la población de 12 a 29 años la tasa de hospitalización de vacunados es de un inapreciable 0,14 por cada 100.000 habitantes y la de ingresos en UCI de un 0,01, mientras que entre no vacunados sube a 1,63 y 0,11. Además, en esa edad, solo se ha registrado un muerto entre octubre y el 5 de diciembre.
Por su parte, entre 30 y 59 años, las tasas de hospitalización para los vacunados son del 0,83 ; 0,08 están ingresados en UCIS y se ha registrado una tasa de fallecimientos de 0,02. Entre los no vacunados todos los indicadores suben: hospitalizalizaciones, 6,11; UCIS, 0,98; y fallecimientos, 0,14.
Entre 60 y 79 años las tasas son, para los vacunados, del 4,43 (hospitalizados), 0,58 (UCIS) y 0,29 (mortalidad), mientras que en los no vacunados todo sube de manera radical a 63,8, 13,86 y 4,71. Y ya, si se tienen en cuenta la población de más de 80 años las diferencias son abrumadoras pues las tasas son, para vacunados, del 9.21 (hospitalizaciones), 0.2 (UCIS) y 2.4 (fallecidos), mientras que los en los vacunados, las cifras se disparan: 63,12; 3,75 y 20,41.
Así, según concluye el propio Ministerio en su informe, entre el 11 de octubre y el 5 de diciembre de 2021, "la incidencia en personas completamente vacunadas es muy inferior a la observada en no vacunadas. La mayor diferencia se observa en personas de 60 a 79 años, con un riesgo de infección en vacunados 6 veces menor, de hospitalización 14,5 veces menor y de fallecimiento 16 veces menor respecto a no vacunados. En el grupo de 12 a 29 años, la incidencia es 3 veces inferior y 11,5 veces inferior para hospitalización".
Por tanto, la indiciencia acumulada deja de ser un indicador de la gravedad de la pandemia, sí puede servir para mostrar su expansión pero no la virulencia de una enfermedad que ha demostrado que puede ser combatida con las vacunas. Por ello, hay que seguir tomando precauciones, pero no generar alarma, pues las navidades, afortunadamente, no serán como las pasadas.