El final de año que preparan Sánchez y Yolanda Díaz

No contaba Sánchez con que la escalada de la COVID-19 y su variante Omicron, perturbasen su colofón de cierre del año, pero en Moncloa y en el Ministerio de Sanidad estudian la posibilidad de poner sobre la mesa una nueva dotación económica para las CC.AA, que reste tensión y haga reinar la paz y el espíritu navideño entre las autonomías el próximo miércoles 22, que es cuando el presidente del Gobierno ha decidido reunir de forma telemática a los presidentes autonómicos.

Pedro Sánchez busca un cierre tranquilo, incluso con bazas y éxitos en su mano, antes de abordar el año 2022, que, según fuentes socialistas, considera crucial para su intención de remontar las expectativas electorales del PSOE, que ahora mismo se recuperan más por demérito de sus rivales del PP, empeñados en airear sus disputas internas a cuenta de la presidencia del PP madrileño y la pujante figura de Isabel Díaz Ayuso, que por los aciertos propios. Con todo, según fuentes de la dirección socialista, el presidente del Gobierno sigue siendo “el más convencido de que vamos a seguir gobernando la próxima legislatura”.

Con respecto a la cumbre de presidentes sobrevenida, para tomar medidas contra la COVID-19 y reforzar esa cogobernanza en la que cada CC.AA. se organiza como buenamente quiere y puede, el próximo miércoles, no parece que vayan a producirse desplantes, ya que hasta el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés, se apresuraba ayer a confirmar su presencia públicamente, mientras personal de su entorno agitaba, en privado, la necesidad de esa nueva dotación económica para las autonomías, destinada a la lucha contra la COVID-19.

La cuestión es si esa dotación será inmediata o si, desde Moncloa, se vinculará al futuro acuerdo de financiación autonómica que está pendiente de ser renovado desde la etapa de gobierno de Mariano Rajoy. En dar forma a eso están en estas últimas horas implicados varios ministerios. Pero el gran golpe de efecto, tras la aprobación de las cuentas públicas y la Conferencia de Presidentes de urgencia, el Ejecutivo se reserva la última semana del año para aprobar en Consejo de Ministros (se prevé en el martes 28) la Reforma Laboral, con o sin el consenso de la patronal.

Yolanda Díaz y el propio Sánchez, quieren dejar liquidada la reforma laboral y encarar un 2022 en el que se hable ya de inversiones y de fondos europeos, de recuperación económica y, a consecuencia de ésta, de recuperación en las encuestas.

Si bien la UE habría admitido un pequeño margen de demora a las autoridades españolas para la presentación de esa reforma, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz y el propio presidente Sánchez, quieren dejar liquidado este asunto y encarar un 2022 en el que se hable ya de inversiones y de fondos europeos, de recuperación económica y, a consecuencia de ésta, de recuperación en las encuestas. A estas alturas, el acuerdo a tres bandas que pretende Yolanda Díaz está en el aire, aunque fuentes de la negociación aseguran que en los últimos días, han acercado posiciones y la CEOE ha vuelto a mostrar cierta disponibilidad a llegar al acuerdo, cosa que, según estas mismas fuentes, no tenía hace apenas una semana. Para Díaz es una cuestión de vital importancia y está poniendo todo su empeño en ello.

Dicen sus colaboradores que, “si no lo consigue ella, no lo consigue nadie” y advierten que esta apuesta personal de la titular de Trabajo es, en cierto modo, la pista de despegue para la plataforma electoral con la que pretende, no ya retomar las expectativas electorales que Unidas Podemos se dejó por el camino, sino intentar, incluso, el sorpasso al PSOE.

La estrategia de Díaz pasa por buscar el acuerdo a tres bandas, pero, si la CEOE no acaba entrando (nadie se plantea la posibilidad de que sean los sindicatos quienes se descuelguen) no volverá el texto legal contra la patronal, pero sí retirará del mismo aquellos logros que pudieran haber obtenido los negociadores de la CEOE en la mesa de diálogo.

En todo caso, la estrategia de Yolanda Díaz no amedrenta a los más refractarios al acuerdo, dentro de la patronal. De hecho, uno de sus representantes, miembro de la Ejecutiva de la CEOE y poco entusiasta de acordar lo que hasta ahora se ha puesto sobre la mesa, admite a EsDiario que “me temo que Garamendi tiene ganas de firmar”. Con los Presupuestos, la Reforma Laboral y una Conferencia de Presidentes con voluntad de consenso, Sánchez y Díaz cerrarán su año 2021, buscarán sus propios relatos de los logros obtenidos y se prepararán para los dos grandes retos de 2022: los fondos europeos y una reforma fiscal que puede traer de nuevo, rifirrafes y desasosiego en la coalición de gobierno.