Garzón se olvida de los juguetes y ahora va a por los “roscones fake”

Con los precios de la tarifa de la luz totalmente disparados y tras haber convocado una huelga de juguetes para concienciar a las familias de que los niños pueden jugar con cualquier tipo de juguete, Alberto Garzón ha lanzado una nueva campaña en plena Navidad: concienciar al consumidor para que sepa diferenciar un roscón de reyes de buena calidad de otro que no lo es.

Desde el Ministerio de Consumo alertan de que muchos de estos roscones son “fake” y que no tienen ingredientes muy sanos, sobre todo los que compramos en supermercados o en grandes almacenes. Garzón intenta concienciar así a la población de que reconozca si este postre lleva “nata, nata” o solo un “mix” de grasas vegetales.

Y es que Consumo quiere evitar esas grasas porque están elaboradas a base de aceites vegetales donde predomina el perjudicial aceite de palma, así como el de coco y las grasas parcial o completamente hidrogenadas. Y precisamente para saber si el roscón lleva o no este tipo de ingredientes perjudiciales, Garzón señala que hay que fijarse bien en el etiquetado del producto.

En esa etiqueta debe señalarse "nata" como el único ingrediente presente en el relleno. Además, este relleno tendrá que mostrar el porcentaje que representa sobre el total del roscón. Hay que recordar que, de izquierda a derecha, el orden de aparición de los ingredientes es proporcional a la cantidad que lleva dentro del producto. Es decir, si en la lista de ingredientes aparece, por ejemplo “agua, harina, azúcar, nata”, significa que habrá más porcentaje de agua que de harina y de azúcar que de nata.

Según señalan desde Consumo, lo normal es que en la etiqueta no figure que contiene aceite de palma o de coco y solo se limite a poner “grasas vegetales”, lo cual puede debe levantar nuestras sospechas, ya que el roscón de nata debe llevar, como resulta obvio, solo nata como ingrediente principal, acompañado generalmente de azúcar.