Cinco comunidades del PSOE superan en saturación de UCIS a Madrid

Isabel Díaz Ayuso es el objetivo de Sánchez y de la izquierda, que se empeña en cuestionar diariamente su política a la hora de gestionar la pandemia. Siempre ha sostenido que los cierres son la última opción y los últimos datos de Sanidad le dan la razón. La situación en la Comunidad de Madrid es mucho mejor que en otras comunidades, incluso cinco comunidades socialistas tienen sus UCIS mucho más saturadas.

En concreto, Aragón, Asturias, Baleares, Navarra y La Rioja, todas en manos del PSOE, superan con mucho la presión sanitaria a la que están sometidos los hospitales madrileños. De hecho, actualmente solo el 14,22% de las UCI madrileñas están ocupadas por pacientes covid, frente al 20% que registra Aragón.

Por su parte, en Asturias, el 15,28% de las camas de las unidades intensivas están dedicadas al cuidado de personas aquejadas por la enfermedad, mientras que en Baleares la cifra asciende al 18,48%.

La situación en Navarra es mucho más crítica, pues el 20,34% de las UCI están ya destinadas al covid, una cifra muy similar a la de La Rioja, que alcanza el 20,75%.

También Cataluña y Melilla, superan con mucho el 14,22% de ocupación de las UCI madrileñas. La primera supera el 30% y la ciudad autónoma, está al 35,29%, encabezando tristemente el ranking de presión hospitalaria.

Todo ello en medio de una sexta ola que sigue en ascenso. Sanidad ha notificado este martes la cifra más alta de contagios en un solo día desde el inicio de la pandemia: 49.823 casos. Además, la incidencia acumulada crece 86 puntos desde el último informe y se sitúa en 695 casos por cada 100.000 habitantes.

Ayuso marca el paso

Sin embargo, por mucho que la izquierda se empeñe en criticar la política sanitaria de Ayuso, lo cierto es que ha ido marcando el paso y lo que el Gobierno consideraba "ocurrencias" de la presidenta madrileña han terminado por convertirse en las pautas marcadas por el propio Ministerio de Sanidad.

El último caso se ha producido este mismo martes, cuando la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), donde están representados el Gobierno y las comunidades autónomas, ha decidido por mayoría que las personas que han recibido una pauta de vacunación completa y sean contactos estrechos de un caso positivo de ómicron no necesitarán realizar una cuarentena domiciliaria de diez días. Una petición que la presidente madrileña lanzó y por la que se la volvió a criticar, pero que finalmente ha sido adoptada por el Gobierno de forma general.

Algo que recuerda a cuando el Gobierno de coalición atacó en masa a la presidenta madrileña después de que ésta propusiera un pasaporte que reflejase si se ha pasado o no la enfermedad. El mismo pasaporte que hoy se impone en toda Europa para viajar o, incluso, para acceder a algunos espacios públicos.

También se criticó con fuerza en su momento que la Comunidad de Madrid regalase a todos sus ciudadanos una mascarilla FFP2. Según el PSOE y Unidas Podemos, este tipo de mascarillas podían dar una "falsa sensación de seguridad", algo que con el tiempo se ha demostrado que no solo no era cierto, sino que ese tipo de mascarillas que evitan dispersar el virus y a la vez contagiarse de otras personas, resultan ser las más efectivas para frenar la transmisión del covid.