Pavor en la sede de Ciudadanos: Arrimadas ante el precipicio de Castilla y León
El PP da ya por “extinguido” al partido naranja, tanto que ni se molestará en hacer fichajes. Mientras, la dirección de Cs ataca con toda su artillería a los populares para resistir
Hubo una época, no hace mucho, en la que desde la calle Génova se intentaba cortejar a Ciudadanos en pro de una candidatura unitaria para no dispersar el voto. El famoso España Suma que sólo llegó a cuajar en el País Vasco y en Navarra y con polémica de fondo. Ciudadanos se hacía el remolón, soñando algún día con el ‘sorpasso’ a los populares.
Ahora las tornas han cambiado y el pavor cunde en la formación que dirige Inés Arrimadas ante otra cita electoral que puede ser una nueva ‘noche negra’ para los naranjas. El 13 de febrero de 2022 puede ser un clavo más en el ataúd de Ciudadanos y todos señalan a un sepulturero: el PP. Los nervios se multiplican y la orden es cargar duramente contra los populares para intentar salvar el naufragio.
La convocatoria electoral de Castilla y León deja a Ciudadanos sin otro gobierno autonómico, tras la maniobra de Murcia y quedarse a cero en Madrid. Hoy los naranjas sólo conservan Andalucía y el Ayuntamiento de Madrid como grandes ‘piezas’, piezas que tienen fecha de caducidad en la próxima convocatoria electoral que en el caso andaluz caerá también en 2022.
Igea, candidato a su pesar
Francisco Igea, hasta ahora vicepresidente de Castilla y León y en su día rival de Arrimadas en las primarias de Cs tras la marcha de Albert Rivera, está unido a la que fue su rival en la adversidad. Tras amagar con irse de la política al anunciar que volvía a pedir su plaza de médico después del cese que le hizo Alfonso Fernández Mañueco, ahora puede volver a ser el candidato naranja con la vía del dedazo. La dirección de Arrimadas quiere ahorrarse unas primarias en esa tierra que la última vez acabaron en pucherazo.
Igea puede ser quien salve los muebles si al menos logra sacar un escaño en las Cortes de Castilla y León, que es una miseria, sí, pero menos fueron los cero de Madrid. Mientras, Arrimadas, dirige los dardos a Génova. Ahora se arrepiente públicamente de haberle dado gobiernos, o todos los gobiernos como dice ella, al PP, y acusa a Pablo Casado de “atacar a sus posibles aliados” en “una operación digna de Sánchez”.
Arrimadas con Mañueco, cuyo adelanto electoral puede dar otra estocada mortal a Ciudadanos
En la sede del PP, mientras tanto, dan ya por amortizados a Ciudadanos. No se van a esforzar ni por fichar nombres naranjas en Castilla y León. Ni en pedir listas conjuntas o incluir candidatos de Cs en otras comunidades cuando llegue el momento. Si Cs quiere atacarles para sobrevivir, que ataque, ahora ya es demasiado tarde. El momento de la posible unión ya pasó. Ahora sólo queda esperar a que el 13 de febrero sea una estocada más.
A Arrimadas le quedará el consuelo de Andalucía, Madrid y algún Ayuntamiento y Diputación en la propia Castilla y León que gobierna con los populares y, en principio, no corre peligro. Peros esas plazas llegarán como mucho a mayo de 2023.
Otro 'cero diputados' en unas elecciones donde has sido gobierno es un síntoma más de desaparición. Los populares no van a hacer tambalear esas administraciones que gobiernan con Cs, como las diputaciones de Alicante, Ávila, Burgos o Segovia.