De la luz a los precios, los incumplimientos de Pedro Sánchez en 2021
El presidente del Gobierno acaba el año sin conseguir su promesa de que el precio de la luz sea igual que en 2018 y con el IPC disparado, pero no es el único asunto que se deja en el tintero
Cierre del año 2021 y momento de hacer balances. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya hizo el suyo particular ante los medios con un aire triunfalista. Pero si observamos, hay muchos temas que Moncloa sigue teniendo en el tintero y con los que no ha cumplido, ya sea por inacción, por omisión o por incapacidad. El más importante y que seguirá dando verdaderos quebraderos de cabeza en 2022 es la espectacular subida de la luz, que Sánchez prometió combatir para alcanzar el nivel de precios de 2018, y con ello la subida de los precios en otros ámbitos.
La subida de la luz
Parar y bajar la vertiginosa subida del precio de la luz es la promesa por antonomasia incumplida por Pedro Sánchez este 2021. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista en diciembre es de 239,16 euros el megavatio, lo que supone un incremento del 470% sobre el mismo mes de año pasado, que era de 41,96 euros.
El presidente del Gobierno aseguró que su objetivo era que el precio de la luz bajara al nivel de 2018, pero no ha sido así y el Ejecutivo sólo ha aprobado parches, como pagar el año que viene los cargos a las eléctricas. Esto significa que el precio de la luz seguirá subiendo, sobre todo cuando se acaben determinadas rebajas fiscales a la luz que no han logrado contener su subida. La luz se convierte en el gran fracaso de Sánchez.
Los precios
Junto a la subida de la luz, el otro gran drama de Sánchez que no ha podido controlar es la subida desbocada de los precios, del combustible a el gas pasando por los productos de consumo, que ha llevado a que diversos sectores como agricultores, ganaderos o transportistas salgan a las calles contra el Gobierno por la ruina que amenaza a sus sectores.
Sánchez despide el año con el récord de IPC esta misma semana, el 6,7% en diciembre, algo que no ocurría desde 1992. La subida de precios es una espada de Damocles ante las promesas del presidente de la recuperación económica, ya que provoca que las previsiones de crecimiento económico se revisen a la baja y el presidente del Gobierno no pueda cumplir con las cifras de crecimiento prometidas.
La vivienda
El gobierno de coalición del PSOE y Podemos por fin presentó su tan cacareada Ley de Vivienda que ha provocado el rechazo de muchos Ayuntamientos y regiones que aseguran que no van a aplicar por su intervencionismo, especialmente las gobernadas por el PP, y que no ha logrado parar el alza del precio de la vivienda y de los alquileres.
El alquiler ha subido de media 550 euros anuales en 2021, y el precio de compra de una vivienda un 4,3%. La propia ley, que ha sido motivo de discordia entre PSOE y Podemos, queda en stand by para el 2022, convirtiéndose en uno de los chascos de 2021.
Las universidades
Otro de los anuncios fracasados del Gobierno ha sido la Ley de Universidades, tanto que el ministro del ramo que la impulsó, Manuel Castells, se ha ido del Ejecutivo. Castells presentó su Ley de Universidades tras dos años de trabajo, pero provocó el rechazo de rectores y estudiantes. La ley queda pendiente para 2022 con el nuevo ministro, Joan Subirats, y con un ministerio que tiene como reto demostrar que sirve para algo más que para colocar la cuota de los Comuns en el Gobierno.
Reforma Laboral y 'ley mordaza'
Pedro Sánchez prometió por activo y por pasivo cuando era líder de la oposición que derogaría la reforma laboral del PP y la Ley de Seguridad Ciudadana, la mal llamada ley mordaza. Pero llegó al Gobierno y ha estado tres años sin tocar ambas leyes, y lo que es más importante, aplicándolas tanto en las medidas laborales como en las restricciones.
Al final Sánchez ha decidido cumplir su promesa… pero a medias. La reforma laboral se queda en unos retoques y la modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana lo único que ha logrado es poner a toda la Policía de acuerdo en rechazar los cambios previstos. Sánchez no cumple su promesa de derogarlas, y las modificaciones no gustan a sus socios (ERC, PNV o Bildu amenazan con tumbarlas).