Ciudadanos cierra 2021 constatando su giro hacia el acuerdo con Sánchez

Ciudadanos cierra un 2021 de terremotos políticos para la formación y abre un 2022 incierto con las elecciones de Castilla y León a la vuelta de la esquina, el 13 de febrero, donde la formación que lidera Inés Arrimadas juega un nuevo match ball a vida o muerte para la supervivencia del partido. Pero mientras, Arrimadas ha decidido que sus escaños allá donde los tiene cuenten en la búsqueda de pactos y de acuerdos que le acercan al sanchismo.

En un momento en el que los puentes con el PP están rotos - salvando el caso de Andalucía o del Ayuntamiento de Madrid-, o peor aún, en guerra directa al considerar los de Arrimadas que los populares están haciéndoles “una OPA hostil”, Ciudadanos busca negociar con sus votos en aquellos puntos donde puedan adjudicarse el papel de ‘partido útil’ y capaz de centrar al PSOE, y con la reforma laboral y el rechazo que ha generado entre los socios habituales de Sánchez, han visto una oportunidad.

La oportunidad de la reforma laboral

El giro que ya inició Arrimadas hace meses -que desató la tormenta de la moción de censura fallida de Murcia- de levantar el cordón sanitario al sanchismo y abrirse a negociar con él, como ya hizo en la aprobación de los estados de alarma, ahora tiene una gran oportunidad con la votación de la reforma laboral y Ciudadanos quiere jugar esa carta en un momento en el que el PSOE está acorralado ya que no le da la suma para que el proyecto estrella de Yolanda Díaz salga adelante.

ERC, Bildu y PNV han recibido con muchas críticas las modificaciones de la reforma laboral, y negociar con ellos haría al Gobierno de Sánchez peligrar el apoyo logrado por la CEOE de Antonio Garamendi al proyecto. Ahí es donde está la carta que quiere jugar Arrimadas, ofreciéndose como un socio que no hace peligrar el acuerdo con la CEOE, y que además permite al sanchismo alejarse de sus socios más radicales.

Los 9 escaños de Ciudadanos en el Congreso pueden ser claves. Y Arrimadas ya ha lanzado el mensaje del acuerdo con Sánchez y Díaz con un “estamos dispuestos a hablar” para lograr una reforma “más liberal”. Es cierto que Arrimadas pone condiciones, pero Moncloa no ve el acuerdo con los naranjas con malos ojos y aplaude esta vía, que inquieta mucho menos en la patronal que sentarse a negociar con ERC y Bildu. Arrimadas quiere que Cs pueda tener un papel clave y aquí se le abre la puerta.

Pacto con el PSOE en Asturias

Y mientras, Ciudadanos sigue además explorando el acuerdo con los socialistas en comunidades donde gobierna el PSOE. Esta misma semana se aprobaban los presupuestos en Asturias con el voto a favor de Ciudadanos e IU y la abstención de Podemos. Esto le ha valido al PSOE críticas de sus socios de IU en el Principado, pero Cs ha logrado que sus votos cuenten y vender que ‘centra’ al PSOE.

“Este muerto está muy vivo, al menos hasta 2023”, es la frase con la que el portavoz adjunto de Ciudadanos en Asturias, Sergio García, justificó el apoyo de su grupo al PSOE con críticas de izquierda y derecha por “estar muertos”. Eso sí, un diputado naranja díscolo no votó a favor, también demostrando que no todos dentro del partido naranja, y sobre todo fuera, comparten el giro de Arrimadas. En 2022 comprobaremos si “este muerto está muy vivo” de nuevo.