Sánchez se desentiende del covid y despide 2021 con los contagios disparados

La variante ómicron ha marcado por completo las Navidades de todo el mundo. Tal y como ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nueva cepa del virus descubierta en el sur de África no es más grave, sobre todo por la eficacia de las vacunas, pero sí es mucho más transmisible. Ello explica el auge de contagios que vive Europa en el último mes.

Sin embargo, si a esa variante le sumamos la “inacción” del Gobierno, el resultado es que despedimos este año con una semana de récord en número de infecciones detectadas por día. De hecho, este jueves el Ministerio de Sanidad comunicaba 128.000 infecciones desde el día anterior. Pero esa inacción va más allá: Sánchez se ha desentendido de la gestión de la pandemia y ha pasado la “patata caliente” a las autonomías.

Las comunidades han sido las que han adoptado todas las medidas y restricciones en esta sexta ola de contagios: reducción de aforos, pasaporte covid, las edades mínimas de vacunación o la reducción en el número de días necesarios de cuarentena, que ha pasado de 10 a 7 días, algo que afecta tanto a infectados con y sin síntomas.

Con la incidencia acumulada en máximos históricos desde que empezó la pandemia, en 1.775 casos por 100.000 habitantes, y con la atención primaria saturada, Pedro Sánchez, lejos de ofrecer más medidas, ayudas o decisiones a las comunidades, solo destaca la “cogobernanza” como hoja de ruta a seguir. De hecho, estos días de festivos que nos esperan por la Nochevieja y Año Nuevo, Sanidad se “coge vacaciones”.

Y es que el ministerio de Carolina Darias no va a volver a ofrecer datos de contagios hasta el 3 de enero, ya que este viernes lo considera festivo y el fin de semana nunca notifica contagios. Una estrategia que coloca a España como el único país de los 20 con más casos del mundo que se olvida de la pandemia los sábados y domingos. Por tanto, justo cuando se producen cientos de miles de cenas familiares en toda España y donde el seguimiento continuado de casos se ha demostrado la mejor solución para comprobar la incidencia de la curva de casos, Sánchez despide el año haciéndose a un lado.

Mismo virus, diferentes Nocheviejas

Esa “cogobernanza” impuesta por Pedro Sánchez es la que ha hecho que las comunidades autónomas tengan que improvisar e imponer sus propias restricciones para frenar el auge de esta sexta ola. Una ola que, aunque está dejando infecciones récord, es la que menos muertes está dejando y la que menos presión hospitalaria está reflejando. Eso, en parte, es gracias a la efectividad de las vacunas y al alto nivel de inmunizados en España: más de un 90%.

El mapa general de España en esta Nochevieja es de lo más diverso: en total, ocho comunidades despedirán este 2021 con restricciones. Es el caso de Asturias, donde no se podrán celebrar las campanadas en discotecas ya que han cerrado el ocio nocturno. Tampoco en Cantabria, donde se ha limitado hasta las doce de la noche la apertura de estos locales.

En comunidades como Cataluña, Murcia, La Rioja, Navarra o el País Vasco, solo está permitida la actividad nocturna hasta la 1 de la madrugada. En Galicia, la Xunta ha abierto finalmente el ocio nocturno, pero será hasta las 2 de la madrugada. Eso sí, los gallegos podrán disfrutar de estos locales hasta las 3 de la madrugada solo esta Nochevieja, en la madrugada del 1 de enero, después de que la Xunta haya llegado a un acuerdo con la patronal del ocio de noche.

Este 31 por la noche también están prohibidas las reuniones de no convivientes de 3 a 6 de la madrugada en Galicia, algo similar a lo que ocurre en Aragón donde está prohibidas las reuniones aunque, como medida excepcional, lo permitirá esta noche hasta las 2 de la madrugada.

En la otra cara de la moneda está la Comunidad de Madrid, Andalucía, Baleares, Extremadura, Castilla León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana que han escogido no aplicar restricciones. De hecho, en Madrid, este año la Puerta del Sol volverá a contar con público para darle la bienvenida al 2022 después de que el año pasado la región tuviese que prohibir las concentraciones de personas en estas fechas por el auge de casos y la bajísima tasa de vacunación.