Sánchez ahoga a las familias con una presión fiscal del 11% y un crecimiento a l

Después de que Yolanda Díaz se sentase a negociar con sindicatos y patronal la nueva reforma laboral y de que Pedro Sánchez asegurase en su rendición de cuentas anual que la economía española está recuperada tras la pandemia, algunos datos económicos revelan que la situación no es tal y como tratan de hacer llegar desde Moncloa.

Y es que, tal y como recoge Libertad Digital, uno de los indicadores más efectivos a nivel económico para saber la evolución de las finanzas de un país y del impacto fiscal que sus ciudadanos tiene que soportar se llama “índice de Frank”. En él, se tienen en cuenta los ingresos fiscales que obtienen las Administraciones Públicas en relación con el PIB per cápita.

Según estos cálculos realizados con los datos recogidos en los propios informes de la Agencia Tributaria en el año 2019, este valor se sitúa en un ratio de 8.000 puntos, resultantes de calcular la relación entre ingresos del Estado por cargas fiscales (212.000 millones) y el PIB per cáspita (26.420 euros).

Si hacemos estos mismos cálculos pero con los resultados obtenidos este pasado año 2021, obtenemos un incremento de un 11%. Es decir, que los españoles tienen una presión fiscal mucho mayor (rozando el 40% por el incremento de impuestos indirectos como el IVA), aunque la economía sigue en caída libre con una contracción del 6% en el último año y con unos niveles de crecimiento del PIB que están a la cola de la OCDE.

Unas cifras económicas que se suman a que durante este 2022 cada español pagará de media unos 400 euros más en la declaración de la renta que el año pasado. Esto es debido a que el Gobierno, según ha sabido el portal The Objective, no ha actualizado los tramos del IRPF en relación a la inflación. Y es que la inflación ha superado este 2021 el 3%, con un mes de diciembre en el que los precios han despuntado un 6,7%, impulsados sobre todo por el auge del precio de la luz y de los combustibles.

Unos datos económicos que no han gustado nada a empresarios y trabajadores. De hecho, la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ya ha mostrado su indignación por estos malos datos económicos. Su presidente, Miguel Ángel Rivero, ha llegado a decir este martes en Onda Cero que esta presión fiscal será “la tumba” de muchos trabajadores y negocios.

Por otro lado, la presión fiscal elevada provocará, según ATA, una contracción del consumo lo que traerá consigo la destrucción de puestos de trabajo. Algo que obligará a los autónomos a encarecer el precio de sus productos y servicios, lo que “aún agudizará más el problema”.