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Sánchez cumple dos años 'entregado' a sus socios y sin plan contra la pandemia

Las cesiones del Gobierno a los independentistas no cesan mientras ómicron hace estragos y Sánchez sigue dejando todo en manos de las Comunidades Autónomas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

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Andrea Jiménez

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El Gobierno de coalición cumple dos años en Moncloa. Dos años marcados por una pandemia que el Ejecutivo ha afrontado a trompicones y sin ningún criterio claro. Primero se agarró a un estado de alarma férreo que el Constitucional declaró ilegal, para después hacer todo lo contrario, desentenderse y dejar todo en manos de las Comunidades Autónomas. Todo ello asociado con Podemos, pese a que aseguró que el insomnio le perseguiría si Pablo Iglesias formase parte de un Gobierno.

Y es que, las contradicciones y mentiras de Sánchez han sido muchas a lo largo de estos dos largos años, y su Gobierno ha tendido cada vez más a la radicalidad, consciente de que si no cede a las pretensiones de sus socios en el Congreso de los Diputados, su permanencia en la Moncloa se desvanece.

El abrazo a Bildu es la prueba más evidente de todo ello. Pese a que Sánchez negó una y otra vez que jamás pactaría con la formación abertzale, los acuerdos han sido muchos desde entonces y el último y más destacable de estos pactos han sido los Presupuestos Generales del Estado para 2022.

Pero en el otro sector independentista, el catalán, también ha servido de muleta para que Sánchez pudiera seguir, y también con un precio. Jamás indultaría a Junqueras y compañía, dijo Sánchez. Otra promesa incumplida.

Por todo ello, los españoles cada vez confían menos en el Gobierno. Las encuestas dan la espalda al Gobierno de coalición y PP y Vox suben en todos los sondeos, salvo en el del CIS, que sigue coronando a Sánchez una y otra vez sin ningún pudor.

Los ciudadanos censuran a los socios de Sánchez

Además, otra encuesta publicada este viernes por La Razón muestra a las claras que los aliados de Sánchez no gustan entre los ciudadanos. El trabajo, realizado por NC Report, asegura que el 66,6% de los ciudadanos cree que Sánchez debería apoyarse en otros partidos para gobernar, mientras que el 20,8% lo rechaza.

Junto a ello, el el 59,9% de la población advierte a Sánchez de que depende "demasiado" de los partidos independentistas y el 58,8% no aprueba su gestión frente a un 29,2% que sí refrenda el trabajo del Gobierno de coalición.

Pero al margen de socios y concesiones, la gestión de la pandemia ha marcado por completo estos dos años de legistura y el balance tampoco es positivo. Los ciudadanos creen, en un 55,7% de los casos, que no la han planificado bien.

Los banzados y las mentiras han sido la tónica habitual, ante la cerrazón de un Gobierno que no ha querido legislar al respecto, tal y como ha pedido el PP una y otra vez. Los estados de alarma declarados ilegales por el TC han sido la prueba más evidente, a lo que hay que sumar la sospecha, alimentada por Yolanda Díaz, de que se actuó demasiado tarde.

La celebración una multitudinaria marcha del 8M puso en el punto de mira, incluso judicial, de un Gobierno que apostó por seguir adelante con la celebración, pese a que tenía en su poder informes internacionales que ya avisaban de la gravedad de la pandemia, y no se hizo nada por evitarlo. Por no mencionar las cifras ed fallecidos por covid, que siempre han estado bajo la lupa por la falta de rigor.

Sin embargo, el Gobierno ha apostado por parapetarse en Moncloa y dedicarse a realizar declaraciones grandilocuentes en el que aseguran que todo marcha viento en popa, pese a que la economía se desangra y los precios suben como la espuma.

Los precios disparados y la economía no despega

El indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) registró en diciembre una tasa anual del 6,7%, lo que supone un crecimiento de más de un punto porcentual respecto al mismo indicador de noviembre y la cota más alta desde marzo de 1992, hace casi 30 años. Todo ello debido en gran parte al encarecimiento de la luz y, en menor medida, de los alimentos.

Además, España entra en 2022 con la economía más atrasada desde el inicio de la pandemia. Una de las publicaciones económicas con más prestigio del mundo, The Economist, que en un reciente reportaje deja literalmente por los suelos al Gobierno de Sánchez y, en particular, al equipo económico que lidera Nadia Calviño. Y es que los datos recogidos por la revista colocan a España como la economía avanzada de todo el mundo que peor evolución ha registrado durante la pandemia.

La economía de nuestro país no solo figura en el último puesto entre las 23 analizadas -todas de lo que la revista denomina "países ricos"-, sino que lo hace con mucha diferencia respecto a la segunda peor y liderando por la cola tres de los cinco parámetros principales que se evalúan en el reportaje: España presenta los registros más desastroso en cuanto a la evolución del PIB, los ingresos familiares y el valor de las acciones, además, ocupa puestos muy alejados de los de honor en lo referente a la inversión y el endeudamiento público.

Podemos se saca pecho por haber conseguido algunos de los propósitos con los que llegaron a Moncloa: "Hemos cumplido más de la mitad del acuerdo al que llegamos con el PSOE. Ahora hay que acabar otras reformas como derogar la Ley Mordaza"

Pero además, las expectativas de cara al futuro no son mucho mejores. La pandemia sigue arreciando con ómicron haciendo estragos y los españoles ya están cansados de las políticas y mentiras de Sánchez, mientras que desde Podemos se saca pecho por haber conseguido algunos de los propósitos con los que llegaron a Moncloa.

"Hemos cumplido más de la mitad del acuerdo al que llegamos con el PSOE. Ahora hay que acabar otras reformas como derogar la Ley Mordaza", ha asegurado este viernes Jaume Asens, presidente de los morados en el Congreso, al hacer balance de los dos años del Gobierno en una entrevista en RNE.

Y es que, pese a que las tensiones en el seno de la coalición han sido muchos, los morados pueden presumir de presionar con creces a Sánchez, que cede ante quien sea con tal de permanecer en Moncloa. La Ley de Vivienda o las leyes elaboradas por Igualdad son otra pueba más que evidente de la deriva que un Gobierno que tiende a la radicalidad sin pudor.

Pero Sánchez quiere mantenerse en la Moncloa otra legislatura más, y en el último congreso del PSOE ya mostró sus cartas, abrazando de nuevo a la socialdemocracia. Aglutinó a su alrededor a todos los expresidentes del Gobierno socialistas para intentar desmarcarse de los socios de los que depende el partido, consciente además de que por la izquierda llegar Yolanda Díaz y su 'frente amplio'.

Desde el PSOE se ha intentado dejar claro, una y otra vez, que el plan de la ministra de Trabajo es solo una propuesta política situada a la izquierda de la suya, pero ella no se conforma y quiere ir más allá, despreciando ese pequeño espacio con la intención de llevar a cabo el sorpasso que siempre pretendió Pablo Iglesias.

Sin embargo, las encuestas no parecen darle la razón, la ciudadanía ya no confía en la izquierda, prefieren apostar por el bloque de la derecha, y una prueba de ello fue la apabullante victoria de Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Y junto a ella llegará otra el próximo mes de febrero en Castilla y León, donde las urnas se abrirán de nuevo para elegir presidente y dictar otra sentencia que en Ferraz ya se mira con lupa.

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