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Caos en el "ala oeste" de Moncloa tras la purga de Iván Redondo y el "avispero"

La preocupación en Presidencia por los vaticinios de las encuestas provoca la creación de un nuevo órgano para coordinar la política informativa de Sánchez y transmitir mejor sus mensajes.

Félix Bolaños, Iván Redondo y Pedro Sánchez

Publicado por
E. M.

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Pedro Sánchez remodeló su gobierno el pasado 10 de julio con una revolución para impulsar la acción política: la salida del todopoderoso jefe de gabinete y asesor para todo Iván Redondo, considerado la mente pensante de la estrategia de Sánchez en Moncloa en su primera etapa.

La relación entre Sánchez y Redondo se deterioró a partir de la fallida moción de censura de Murcia y todo lo que vino después. El presidente del Gobierno decidió entonces prescindir de Redondo -como de otros estrechos colaboradores como Carmen Calvo o José Luis Ábalos-, con la intención de dar un nuevo empuje a su gobierno tras la caída en las encuestas que vino después de las elecciones de Madrid.

Sánchez entonces confió en Félix Bolaños como nuevo ministro de Presidencia y hombre fuerte de la estrategia de Moncloa. Pero sin embargo el nuevo impulso que esperaba conseguir el presidente del Gobierno no llega y las encuestas no le favorecen al PSOE, con unas elecciones próximas en Castilla y León que se avecinan como malas para los socialistas.

Ante esta situación, Sánchez ha decidido reforzar el control informativo y el Gabinete de la Presidencia del Gobierno ha incorporado la creación de un órgano directivo para la coordinación de los distintos ámbitos de la política informativa del Gobierno.

Un organismo que demuestra que en Moncloa hay preocupación y que Bolaños no controla situación como lo hacía Redondo, necesitando un refuerzo a su acción. El Gobierno justifica esta decisión “con el objetivo de cumplir con mayor efectividad y agilidad las funciones asignadas a la Secretaría de Estado de Comunicación”.

Sánchez no llega a comunicar lo que quiere, y el lío de la carne organizado por el ministro Alberto Garzón es buena muestra de ello. Lo que queda claro es que los nuevos hombres fuertes de Moncloa, el mencionado Bolaños y el jefe de gabinete, el recuperado Óscar López, no tienen en la opinión pública los efectos de Iván Redondo y sus producciones. A ellos se ha sumado recientemente con mando en plaza Antonio Hernando, un hombre de la factoría Rubalcaba. Otro apagafuegos.