La gravedad del covid en los vacunados sigue en cifras ínfimas pese al pánico
La vacuna no impide el contagio por coronavirus pero los datos demuestran que reduce las posibilidades de ello, al igual que caen en picado las opciones de acabar en un hospital.
Los datos de contagios tras la irrupción de ómicron son mareantes. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 3.156,63 puntos y, de nuevo, hay que lamentar que más de un centenar de personas han fallecido a causa de la pandemia. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad se reduce drásticamente según los datos que Sanidad ha proporcionado.
Las principales conclusiones que extrae el Ministerio una vez analizados los datos semanales son demoledores. "Entre el 8 de noviembre de 2021 y el 2 de enero de 2022, la incidencia en personas completamente vacunadas es muy inferior a la observada en no vacunadas", lo que pone de relieve que, pese a que las actuales vacunas no son esterilizantes, es decir que no impiden el contagio, si que reducen el riesgo de contraer la enfermedad.
Pero además, esto es aún más visible entre los principales grupos de riesgo, es decir, entre los más mayores, que son las personas que tienen un mayor riesgo de complicación y principales víctimas del coronavirus.
De hecho, según Sanidad "la mayor diferencia se observa en personas de 60 a 79 años, con un riesgo de infección en no vacunados 11,2 veces mayor; de hospitalización, 18,4 veces mayor; de ingreso en UCI 31,7 veces mayor y de fallecimiento 23,9 veces mayor respecto a los vacunados". Por su parte, en el grupo de 30 a 59 años, la tasa de ingreso en UCI es 11 veces superior en no vacunados.
Pero si se baja al detalle se detecta que la posibilidad de contagiarse es claramente menor en todas las edades. De hecho, la tasa de incidencia semanal en los vacunados desde el 27 de diciembre al 2 de enero es del 1.063,02, frente a las 5.210,51 infecciones por cada 100.000 habitantes que se producen en los no vacunados.
Además, en cuantro a las posibles complicaciones, se puede comprobar que de entre la población de 12 a 29 años la tasa de hospitalización semanal de vacunados es de un 1,03 por cada 100.000 habitantes y la de ingresos en UCI de un 0,04, mientras que entre no vacunados sube a 4,74 y 0,31.
Por su parte, entre 30 y 59 años, las tasas de hospitalización para los vacunados son del 2,71 ; 0,23 están ingresados en UCIS y se ha registrado una tasa de fallecimientos de 0,07. Entre los no vacunados todos los indicadores suben: hospitalizalizaciones, 16,61; UCIS, 2,52; y fallecimientos, 0,38.
Entre 60 y 79 años las tasas son, para los vacunados, del 9,05 (hospitalizados), 1,15 (UCIS) y 0,68 (mortalidad), mientras que en los no vacunados todo sube de manera radical a 166,91; 36,47; y 16,22. Y ya, si se tienen en cuenta la población de más de 80 años las diferencias son abrumadoras pues las tasas son, para vacunados, del 19,19 (hospitalizaciones), 0,31 (UCIS) y 3,73 (fallecidos), mientras que los en los vacunados, las cifras se disparan: 195,95; 6,10 y 65,61.
Por todo ello, cada día resulta más evidente que la principal estrategia para reducir la gravedad del covid es la vacunación masiva. Varias comunidades autónomas ya está inoculando dosis a los mayores de 40 años y, este mismo jueves, el Ministerio de Sanidad, ha aprobado dos nuevas medidas para mejorar la inmunidad de la población ante el avance de ómicron.
En primer lugar, se ha dado luz verde a la las dosis de refuerzo de la vacuna a todas las personas mayores de 18 años. La ministra, Carolina Darias, ha detallado que, como en la primera etapa de la vacunación, se irá "de manera ordenada" por grupos de edad de mayor a menor, "de diez en diez".
De esta forma, una vez se termine con los adultos mayores de 40 años, se empezará con los de 30 y así sucesivamente hasta llegar a los de 18. En cualquier caso, se priorizará a las personas de riesgo y a las que completaron hace más tiempo la pauta de vacunación.
Llega la cuarta dosis
De hecho, además, la Comisión de Salud Pública ha acordado que las personas inmunodeprimidas reciban una cuarta dosis a los cinco meses de la última dosis. En este grupo se encuentran, entre otros, personas de muy alto riesgo, como aquellas con fibrosis quística, trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y en lista de espera para trasplante de órgano sólido, trasplante pulmonar, renal, pancreático, cardíaco, hepático o intestinal.
También enfermos de diálisis de diversos grados, enfermedades oncohematológicas y diversos tipos de enfermos de cáncer con o sin quimioterapia, así como diversos casos de VIH, inmunodeficiencias o síndromes de Down mayores de 40 años.